Las acciones de los luchadores sociales se basan en rechazar la
presencia y actividades de la empresa minera Curimining subsidiaria de Adventus
Mining que lleva a cabo el proyecto minero Curipamba-El Domo, en donde se
explota cobre y oro, ubicado en el cantón Las Naves, provincia de Bolívar. Por
su parte los sentenciados aseguran que todo esto es una persecución del
Gobierno Nacional ya que la empresa minera que opera en el sitio tendría
vínculos económicos con el Grupo Nobis. A pesar de que están sentenciados no
desistirán la lucha e invitaron a la población a sumarse a respaldar las
acciones y rechazar el extractivismo en los territorios.
Además, sostienen que los territorios están en peligro por la
contaminación que deja la minería, piden al Gobierno que se verifiquen los ríos
que serían afectados y por consiguiente los habitantes serían los que
consumirían el agua con químicos dañinos.
Emily Conrad, técnica ambiental del proyecto ambiental Dulcepamba en
Bolívar, sostuvo que se ha hecho un estudio ambiental del proyecto Curipamba-El
Domo, en dónde se ha determinado que la empresa no tiene un plan de manejo de
sustancias tóxicas; tienen un plan de desvío de aguas contaminadas pero esto
afectaría a los territorios colindantes al proyecto influencia, no tienen
estudio de factibilidad y plan de manejo ambiental; sin embargo el Ministerio
del Ambiente y Transición Ecológica ha dado la licencia ambiental para la
operación minera.
Yaku Pérez, abogado de los sentenciados, sostuvo que este tipo de
delitos ya no son casos aislados con la criminalización de la lucha social, ya
que sin haberse comprobado el delito imputado se los sentenciados, con este
antecedente se prevé que en otros sectores que se oponga al extractivismo
también se procederá de la misma manera.
Como cuerpo jurídico han presentado un recurso de apelación en la Corte
provincial de Justicia de Bolívar; una denuncia ante organismos internacionales
y se reunirán con la defensoría del Pueblo.
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