La Hidroeléctrica Mazar enfrenta una situación crítica al salir de operación debido a la drástica disminución en el nivel de su embalse, que ahora presenta áreas secas donde antes fluía el agua. Esta impactante realidad, evidenciada por la habilidad para caminar literalmente sobre el lecho de una parte del embalse, refleja la severa sequía que azota esta región de Ecuador.
El embalse de Mazar, vital para el funcionamiento del complejo
hidroeléctrico más grande del país, ahora muestra preocupantes signos de
escasez de agua y desgaste, como lo demuestran imágenes y videos compartidos
por el periodista Christian Sánchez.
Con el nivel de agua tan bajo que la Hidroeléctrica Mazar se vio forzada
a suspender sus operaciones desde el 16 de abril de 2024, Ecuador se enfrenta
nuevamente a cortes programados de energía eléctrica, ampliando su duración
hasta cinco horas y media, y en algunos casos hasta seis horas consecutivas en
ciertas ciudades.
La Corporación Eléctrica de Ecuador (Celec), aunque dejó de publicar los
niveles de los embalses a mediados de febrero de 2024, ha retomado
recientemente la divulgación de esta información, tras ser consultada por diversos
medios. Sin embargo, persisten interrogantes sobre cuándo se restablecerá la
publicación de los datos de producción diaria de electricidad por parte del
operador estatal Cenace, cuyo último registro data del 11 de abril de 2024.
La Hidroeléctrica Mazar, con su capacidad de 170 megavatios, representa
una pieza crucial en el complejo hidroeléctrico Paute, que incluye también a
Paute-Molino y Sopladora, con capacidades de 1.100 y 487 megavatios
respectivamente. Este conjunto de tres hidroeléctricas suple aproximadamente el
27% de la demanda máxima de energía eléctrica en Ecuador, que asciende a 6.500
megavatios.
Ante la crítica situación del embalse de Mazar, el agua restante está
siendo transferida al reservorio de Amaluza, utilizado por la hidroeléctrica
Paute-Molino. Sin embargo, el nivel de Mazar sigue descendiendo, alcanzando un
mínimo de 2.107,8 metros sobre el nivel del mar el 17 de abril de 2024, por
debajo del umbral mínimo de operación de 2.115 metros. Mientras tanto, la
entrada de agua al embalse se reduce drásticamente, exacerbando aún más la
preocupación por la disponibilidad de energía hidroeléctrica en el país.
Esta situación subraya la urgente necesidad de abordar las implicaciones
de la sequía en la infraestructura energética del país y de implementar medidas
para mitigar su impacto en el suministro eléctrico nacional. 🌊⚡🔌
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