COTOPAXI. Del 25 al 27 de agosto, la dirigencia de la juventud de la ECUARUNARI organización regional filial a la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador-Conaie, realizó la primera jornada de escuelas vivas de la sierra centro, en la parroquia Isinlivi del cantón Sigchos provincia de Cotopaxi, para la formación y liderazgo en la juventud.
Nelson Atupaña
dirigente de juventud de la organización, dio a conocer que estos espacios de
debate y análisis conlleva a tomar decisiones frente al conflicto minero que
existe en estos sectores por lo que la decisión unánime sería el total rechazo
al extractivismo minero en los sectores de Las Pampas, Palo Quemado y otros
sectores de Cotopaxi como en otras provincias; exhortan a las instancias
gubernamentales el cese a la persecución e intimidación de sus líderes en estos
sectores.
Cristina Taco dirigente del MICC, señaló que, desde el ingreso de las empresas mineras a sus territorios, han ocasionado una problemática en las comunidades, ya que existen varias hectáreas en concesión, lo que representaría para las comunidades un despojo de sus espacios de vida, violentando así los 21 derechos colectivos que dicta la Constitución del 2008, por lo tanto, advirtió que la decisión es continuar con la resistencia en defensa de sus territorios.
Habitantes de la
parroquia de Isinlivi, participaron del evento, señalaron que se oponen a la
explotación minera que, según el cronograma del proyecto minero, empezaría en
el 2024. Lo cual afectaría el sistema de producción y por ende la economía
local de los comuneros.
El 23 de julio la Corte
Constitucional decidió suspender parcialmente las Consultas Ambientales que se
estaban ejecutando en las provincias de Bolívar y Cotopaxi. En este contexto
los moradores del sector se niegan a mencionada consulta y exigen al Gobierno
Nacional la derogación definitiva de los Decretos que faculta las licencias
ambientales, así como el Decreto 754.
Son aproximadamente 90 mil hectáreas que
utilizarán para producir oro, cobre, plata y zinc. “Esto perjudica no solo a
Cotopaxi, sino también a Santo Domingo de los Tsáchilas, ya que cierta parte de
la explotación se daría en el recinto Bellavista que es de la provincia
Tsáchila”.
La comunidad está convencida del impacto que
genera el extractivismo minero, contaminando el aire, los ríos del sector,
afectando la producción de la agricultura y la ganadería. “Somos productores de
caña de azúcar, naranjilla y tomate. Además, somos fuertes en la ganadería,
esta producción se perdería” señalaron los comuneros.
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