El 7 de agosto del
2021, pobladores de la comunidad Ancestral de San Isidro, del cantón Pujilí,
provincia de Cotopaxi, realizaron una mañana de religiosidad, arte, cultura y
artística, en defensa de sus páramos, del agua y en busca de la unidad entre
comunidades.
Este
evento inicio con una eucaristía dirigida por el Padre Antonio Martínez, parte
de los Misioneros Itinerantes Monseñor Alberto Luna Tobar, participaron
activamente grupo de niños, jóvenes, adultos de la comunidad de San Isidro y
comunas vecinas, que se encuentran en permanente resistencia en defensa de sus
recursos naturales.
Varios
colectivos en defensa de los páramos y el agua, se dieron cita para realizar
actividades de pinturas en unos murales que tiene la comunidad, demostrando las
habilidades y dando un mensaje claro que el agua es vida.
También
con presentaciones artísticas de diferentes provincias del país, se
solidarizaron con la comunidad de San Isidro y dieron todo el apoyo necesario
para estar vigilantes en defensa de los páramos, dentro del contexto musical
todas las agrupaciones hicieron un llamado a la unidad y fortalecer la
resistencia en defensa de sus paramos y proteger su recurso hídrico que es vida
para todos los pobladores, como también invitaron a la comunidad de Yakubamba a
trabajar en mancomunidad y dejar aislado los conflictos que han mantenido.
Andrés
Ayala, presidente del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi – MICC,
manifestó que esta trabajando con todas las comunas para fortalecer la unidad y
resistir en defensa de los recursos naturales, llamo a rescatar los valores de
los taitas y mamas en conservar esta herencia de seguir la resistencia.
De
la misma manera estuvo presente la dirigencia de la Organización de Pueblos
Indígenas de Pujilí, mismos están trabajando por la mancomunidad de todas las
comunidades de su cantón y piden a fortalecer la unidad de los pueblos hermanos
y no dividirse por intereses personales o de pequeños grupos afectando la vida
y la naturaleza de cada uno de los pobladores.
Edgar
Rosero, representante de colectivo de defensa de la naturaleza de Imbabura y Carchi,
respaldaron esta lucha por el agua que es la vida y se comprometieron en estar
vigilantes para sumarse ante cualquier amenaza que tuvieran estas comunidades.
Porfilio
Allauca, dirigente de San Isidro, manifestó que el Ministerio del Ambiente y
Agua, ha declarado área de protección hídrica a los páramos de la comunidad de
San Isidro perteneciente al cantón Pujilí, en protección a 1.071 hectáreas de
páramo intactas
Según
Porfirio Allauca, la nominación de área protegida recibió luego de más de 50
años de resistencia, en este lapso de tiempo los campesinos e indígenas
lograron “apreciar” los beneficios que tiene cuidar el páramo. Además de
trabajar de manera mancomunada entre las comunas, evitar que los líderes
parcelen las tierras y que se comience a cultivar en las montañas.
El
dirigente, contó que una de las acciones fue ir retirando de a poco el ganado
bravo, ovejas y caballos. Las pezuñas de estos animales dañaron los manantiales
y las almohadillas -retenedoras de agua- del área de conservación.
“Con
mingas y capacitaciones hemos logrado recuperar el páramo. Los efectos del
cambio climático se comenzaron a sentirse cuando los caudales de agua
disminuyeron drásticamente”, dijo Allauca.
Los
páramos de San Isidro de Pujilí están localizado a 4 500 metros sobre el nivel
de mar. El área protegida tiene una extensión de 1071 hectáreas de pastizales,
bosques de polylepis, lagos y manantiales calientes.
Allauca
indicó que de las montañas nacen los ríos Cuchiwasi y Nagsiche. La comunidad
construyó varias tomas de agua y colocó tubería para trasladar el agua. Una
parte del líquido vital se distribuye al centro de Pujilí, haciendas de brócoli
y a otras a comunidades del suroriente del cantón.
A
finales de julio del 2021, la comunidad San Isidro, fue desabastecida de agua
para el consumo humano y para el riego.
Sus habitantes manifiestan que este problema se daría a causa de
conflictos de páramo y agua que existirían con otras comunidades cercanas como
es la comunidad de Yakubamba, por medio de las autoridades comunales y de la
provincia han logrado remediar este conflicto recuperando la normalidad del
líquido vital.
Uno
de los objetivos de estas actividades religiosas, arte, cultura y artística fue
reagrupar a todos los pobladores de la Comunidad de San Isidro y comunas
vecinas que son beneficiarios de los páramos de esta localidad, para buscar la
unidad y fortalecer la resistencia en defensa de la naturaleza, protección al
agua y rechazo a empresas mineras y otras empresas externas que quieren
beneficiarse económicamente de esta riqueza de los páramos.
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