Por: Julián García - Radio La Calle
Ecuador, 19 de febrero
de 2017. Son las 17:00 y las urnas en el país sudamericano se cierran
albergando al ganador de las elecciones presidenciales.
Al
menos dos de ellos deberían pasar a segunda vuelta. Los restantes seis
candidatos quedarán fuera de la disputa por el sillón de Carondelet.
En
el quinto lugar, de los ocho contendores, estaba el sucesor de un presidente
que duró tan solo seis meses en el cargo. Hablamos de Abdalá Bucaram Pulley.
Obtuvo
solo el 5% de los votos. De los 9’442.492 ecuatorianos que se acercaron a
sufragar, solo 455.187 apoyó la aspiración del exfutbolista.
Más
de tres años después, el Ecuador constata amargamente lo que desde un inicio
fue un secreto a voces. Uno de los expresidenciables perdió las elecciones,
pero las investigaciones señalan que fue quien más ganó en corrupción desde
esas votaciones.
¿Quién
le habrá dado vía libre? Basta un breve recuento.
El
4 de julio desde la cúpula del movimiento CREO, Pablo Suastegui denunció que el
entonces asesor presidencial, Eduardo Mangas, “se reunió con (Abdalá) BUCARAM
en Panamá para negociar las eléctricas, entre el 5 y 6 de mayo (sic)”.
Unos
días antes de la denuncia, el 26 de junio de 2017, el ahora presidente Lenín
Moreno llamó a un Gran Diálogo Nacional, como tildó a su acción de recibir a
diferentes actores políticos y sociales para escucharlos.
Dos
días después y de la mano de su esposa Gabriela Pazmiño, acudió Bucaram Pulley
para reunirse en Carondelet. Más de una hora permaneció dentro de la
Presidencia en conjunto con todo el aparataje gubernamental. A la cabeza:
Moreno.
Ni
una semana después, la asambleísta Marcela Aguiñaga rechazaba, desde la bancada
oficialista, una componenda entre el gobierno de Moreno y el “bucaramato” para
entregar la Corporación Eléctrica del Ecuador a la gestión de los máximos
representantes de Fuerza Ecuador-Partido Roldosista Ecuatoriano.
Desde
Carondelet lo desmintieron pero fue uno de los detonantes para la separación
del correísmo del partido de gobierno.
Un
año después, el 25 de octubre de 2018 y tras 21 años de exilio, Abdalá Bucaram
Ortiz, el patriarca de la familia, regresó a Carondelet a un acto netamente
Ejecutivo: dar la bienvenida al jefe de Estado de Perú, Martín Viscarra.
Bucaram era uno de los invitados de honor.
Ese
patriarca fue detenido el 3 de junio de este año. En su casa, artículos médicos
con las mismas características de los ofertados con sobre precios en el
Hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) Teodoro Maldonado
Carbo.
El
13 de junio la justicia ecuatoriana emitió la orden de captura en contra del
aspirante perdedor de la Presidencia, Abdalá ‘Dalo’ Bucaram Pulley y su esposa
por los sobreprecios.
Y,
bueno, el llamado Diálogo Nacional nos costó USD 11,9 millones a los
ecuatorianos. Es el valor de la corrupción (al menos la que se conoce) de uno
de los mayores ganadores de las elecciones de 2017.
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