Intrumentos musicales
no dejan de revivir con cada personaje en esta festividad tradicional.
En
el Registro del Patrimonio Cultural Inmaterial y Sonoro de Quito se habla de
los Mama pingulleros, los Mamacos, los Mamacos tamboneras que en realidad son
un mismo personaje con distintas denominaciones que ejecutan el pingullo y el
tambor o la caja en distintas localidades.
En
Píntag, La Merced, El Tingo, Alangasí, Cocotog, Palugo son conocidos como Mama
pingulleros. En Chillo Jijón y La Tola (Tumbaco) se los denomina Mamacos
Tamboneras, mientras que en las yumbadas de Cotocollao y El Inca se los llama
Mamacos.
Estos
personajes son indispensables en distintas festividades y celebraciones de
corte ritualístico y dancísticas musicales, puesto que mediante los tonos que
interpretan se desarrollan las danzas y los diversos momentos protocolarios.
Instrumentos
que perduran
En
la información recogida en el Registro del Patrimonio Cultural Inmaterial de
Quito, elaborado por el Instituto Metropolitano de Patrimonio, el pingullo y la
caja o el tambor son instrumentos musicales que se ejecutan simultáneamente,
cada uno con una mano.
El
pingullo, de origen precolombino, se encuentra disperso bajo distintas
variantes en diferentes áreas geográficas de los Andes de Ecuador, Perú y
Bolivia. Se trata de una flauta vertical de pico con tres orificios de
digitación, dos frontales y uno posterior; con una embocadura de bisel por la
que se sopla para producir el sonido.
Se
lo construye con tundilla o carrizo y de acuerdo con la clasificación
Hornbostel y Sachs, su descripción organológica sería: 4.2.1.2.2.1.1.1, es
decir: aerófono, de soplo verdadero, de filo o flauta, con agujeros, cita la
investigación.
Mientras
que la caja es un tambor mediano de doble membrana que puede construirse con
distintos tipos de madera y se ejecuta con un pequeño mazo. En el cuero
posterior al que se golpea se cruza diametralmente una piola templada que en
algunas localidades la denominan ‘cimbra’.
Tonos propios
El
pingullo y la caja o tambor tienen, de acuerdo con la localidad y sus usos, sus
propias especificaciones, las que por lo general están relacionadas con los
“tonos” que se interpretan en función de la festividad o ritual.
De
esta forma, existen tonos que son propios de cada localidad, de cada ritual y
por lo tanto también propios de cada Mama Pingullero, Mamaco Tambonera o
Mamaco. (IMP/CM)
El mamaco
°
La yumbada de Cotocollao es un ritual dancístico musical que se realiza por
tres días en junio de todos los años. En esta celebración, Paúl Simbaña se
desempeña como mamaco, uno de los personajes más relevantes, ya que es el que
guía con sus tonos el baile de los danzantes.
El flautero
°
Los flauteros, también conocidos como las ‘Bandas de Carrizo’, son los músicos
que ejecutan las flautas traversas de tunda especialmente en las fiestas de San
Juan y San Pedro a finales de junio, en que se lleva a cabo la quema de la
chamiza.
Julio
Collahuazo, quien toca la flauta desde su juventud, es uno de los pocos
portadores de la tradición de las flautas del sector Cotocollao-Pomasqui, y
este oficio lo aprendió con su tío Hermenegildo Heredia.
Cuenta
que antes participaba en la quema de la chamiza, corrida de gallos, fiesta de
yumbos que se hacía en Pomasqui, que -indica- progresivamente se han ido
extinguiendo. FUENTE: DIARIO LA HORA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Déjenos su comentario