Una
delegación del Pueblo Originario de Sarayaku, acompañado de un grupo de
seguridad interna WIO, ha ingresado a la sede de la CONAIE, en Quito, a las
05h00 de esta madrugada, según ha informado en Facebook la página de esa
organización.
El objetivo, según se explica, es participar en una
“vigilia formativa permanente”, hasta el 5 y 6 de marzo, “en defensa de la
sede”, “de forma rotativa con las diferentes organizaciones de base”.
El presidente de la Confederación, Jorge Herrera,
dijo que esta acción es parte de la estrategia de defensa de sus instalaciones:
“La importancia y vigilia que tiene que ver con la presencia de nuestras bases,
con nuestras organizaciones de las tres regiones del Ecuador aquí, justamente,
en la sede de la Conaie”.
Los WIO forman parte de un grupo de seguridad, de
alrededor de cincuenta personas, que custodian las fronteras del pueblo
Sarayaku. Van uniformados y han admitido que poseen escopetas artesanales, pero
que las usan en labores de cacería, según explicó recientemente a El Comercio,
Gerardo Gualinga, jefe del grupo.
La sede de la CONAIE ha sido declarada en estado de alerta desde
que a principios de diciembre la ministra de Inclusión, Betty Tola, notificó la
decisión del Estado de revertir el comodato mediante el cual el gobierno de
Rodrigo Borja les entregó el edificio en 1990. En la sabatina siguiente, el
presidente Rafael Correa ratificó la decisión de su gobierno de despojar a la
CONAIE de su sede alegando que el movimiento “hace política” y que ello está
expresamente prohibido en la ley.
Aunque el régimen dio plazo hasta el 6 de enero de
2015 para el desalojo del local, la ministra Tola declaró que tenía dos meses
más para estudiar el recurso de reposición presentado por la CONAIE.
Hasta el lugar ha llegado hoy, a las 08h00, el
recientemente liberado Carlos Figueroa para saludar a la delegación “como gesto
de agradecimiento y respeto por brindar protección en su Pueblo”. Figueroa, que
fue sentenciado a seis meses de prisión acusado de injurias al presidente
Correa, se refugió en territorio Sarayaku, antes de ser capturado en Quito
hasta donde se trasladó para visitar a su madre que agonizaba por el cáncer.
Fuente: LA REPÚBLICA.