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RECUERDO. La anterior semana fue revelada una placa en memoria de Juliana Campoverde. |
El
pastor Jonathan Carrillo, sentenciado a 25 años de prisión por el secuestro con
resultado de muerte de Juliana Campoverde, intentará que el tribunal de
apelación de la Corte Provincial de Pichincha revoque la condena y ratifique su
inocencia. Este jueves, a las 08:30, será la audiencia solicitada por las dos
partes.
Mientras el procesado intentará
desvirtuar los cargos, la defensa de Juliana resaltará que todas las pruebas,
incluida una de sus versiones, apuntan a que él es el responsable del secuestro
y de la muerte.
El pedido de apelación de la familia de
Juliana, en cambio, es a las medidas de reparación. Pamela Chiriboga, abogada
de Inredh y de la familia, sostiene que lo establecido por los jueces Sara
Costales (ponente), Galo Rumiguano y Daniel Tufiño no son suficientes tras el
daño y el dolor provocado, desde la desaparición el 7 de julio de 2012.
Contradicciones
Durante todo el proceso, el pastor de la
iglesia cristiana Oasis de Esperanza mantuvo ocho versiones diferentes.
Inclusive, en su momento, se acogió a la cooperación eficaz para relatar los
hechos y recibir una rebaja de la pena, que finalmente fue rechazada al negarse
a declarar en el juicio.
En una de sus versiones, indicó que
estuvo con ella el día de su desaparición, que la llevó a un motel, que tuvo
relaciones sexuales, que un día después hubo agresiones, que resultaron en la
muerte de Juliana, y que sus restos los abandonó en la quebrada del sector
Bellavista, en el nororiente de Quito.
Su antiguo abogado, Paúl Ocaña, en su
alegato final en el juicio, después de rechazar las acusaciones, dijo que el
delito que se podría probar sería el de secuestro, que en el Código Penal
vigente en la época que ocurrió el hecho tenía una pena de cinco años. Pero su
actual abogado, Merck Benavides, impulsará la tesis de su inocencia.
En el pedido de apelación alega que la
sentencia condenatoria es “injusta, cruel e inhumana” y que no se probó ni la
existencia del delito ni la responsabilidad del procesado. Por lo que,
solicitará a los jueces que se haga “un análisis del hecho, de las normas
legales que tipifican la supuesta infracción y que se llegue a determinar si se
probó o no la existencia del delito y la responsabilidad”.
Reparación
incompleta
En cambio, la defensa de la familia de
Juliana pedirá a los jueces que las medidas de reparación sean más
contundentes. Primero, que no solamente se cambie el nombre de la iglesia, como
establece la sentencia escrita, sino que se cierre definitivamente. “La
garantía de repetición no es efectiva (con la medida actual)”, enfatizó
Chiriboga.
Además, que la Fiscalía y la Policía
Nacional no solamente impartan talleres y cursos en Género y Derechos Humanos a
los funcionarios, sino que también se investigue a quienes participaron en el
proceso, tanto a agentes investigadores como a fiscales para, de ser el caso,
se establezcan sanciones. (AGO)
Tributo
a la memoria de Juliana
°
El miércoles pasado, en el sector de la gasolinera Primax en la Biloxi,
en el sur de Quito, se reveló una placa instalada en memoria de Juliana
Campoverde. El lugar donde se colocó fue el último en el que Elizabeth
Rodríguez, su madre, la vio. Durante el evento, ella señaló que continuará
exigiendo verdad y justicia, después de las falencias durante la investigación.
“Como madre tengo derecho de saber toda la verdad y que me devuelvan a mi
hija”, enfatizó. Los plantones continuarán. El jueves se realizará otro a
partir de las 08:00 en los exteriores de la Corte Provincial de Pichincha.
Fuente: diario la hora.
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