La fundación Azulado ha desarrollado materiales pedagógicos para ayudar a los niños a protegerse ante los riesgos de abuso sexual Javier González |
La Secretaría de Derechos Humanos exhortó a que la función Judicial, en particular, cumpla con los derechos de los menores de edad a fin de que tengan acceso a la justicia, tanto más en procesos judiciales en materia penal en los que se les debe garantizar la no impunidad así como su no revictimización. Además de la reparación integral que incluirá el conocimiento de la verdad de los hechos y la restitución, indemnización, rehabilitación, garantía de no repetición.
Este pronunciamiento lo hizo sobre el caso conocido como Aampetra. El mismo
se remontan a los años 2010 y 2011 cuando José N., quien era profesor de
Ciencias Naturales en esa academia aeronáutica, habría obligado a sus alumnos a
ver películas pornográficas y luego a imitar esas escenas.
José N., fue sentenciado a 16 años de prisión por el delito de violación y
a 7 años por atentado al pudor según la Coalición contra el Abuso Sexual a la
Niñez (Cocasen). Está detenido en la cárcel de Latacunga.
Además hubo un nuevo proceso por un segundo caso de violación y fue
condenado a 22 años de reclusión.
La defensa del acusado presentó un recurso de casación en la Corte
Provincial de Justicia de Pichincha pidiendo la nulidad del proceso
argumentando que no puede ser juzgado dos veces por el mismo delito de
violación.
"La Secretaría de Derechos Humanos manifiesta su respaldo a las víctimas y familiares del caso Aampetra y reitera el
firme compromiso de continuar el trabajo institucional para prevenir y
erradicar la violencia contra niños, niñas y adolescentes en todos los ámbitos,
incluido el educativo y para que se garanticen los estándares de acceso a la
justicia, especialmente en los casos de violencia. Nos mantendremos
vigilantes", señaló esa entidad en un comunicado.
Paulina Ponce, de la fundación Azulado, considera que la manera para
prevenir el abuso sexual es empoderando a los adultos para que sepan cuáles son
las consecuencias y qué se puede hacer en el trabajo diario con los niños en
las entidades educativas. "Los niños (...) van aprendiendo herramientas de
autoprotección, saben que nadie les puede tocar sus partes privadas, que si
alguien intenta tocarlos o los toca ellos tienen que avisar a un adulto de
confianza, que no hay que guardar secretos que te hacen sentir mal o
incómodo...", señaló Ponce. (I) Fuente: Diario el Universo.
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