Por: Susana Morán
El triunfo del pueblo
waorani es de todos los pueblos indígenas, sobre todo aquellos que han sido
afectados y amenazados por la explotación petrolera. Así lo anunció la Conaie
la semana pasada. Pero detrás de la victoria judicial, están las mujeres wao que
han pasado cinco años al frente de la lucha para que el Estado respete su
derecho a la consulta previa en sus territorios.
En
la sala de audiencias de la Corte de Justicia de Pastaza, las mujeres waoranis
dieron un mensaje después de que ganaran la demanda para frenar la explotación
petrolera en sus territorios, el pasado 26 de abril. La imagen de ellas
bailando y cantando se regó por el mundo. Pero no estaban bailando por bailar.
Ni cantando por cantar. Las mujeres alzaron la lanza en señal de victoria como
lo hacían en la época de guerra por sus territorios y saltaban en la sala para
que se dé por “pisado” el lugar, por enterrado en esas cuatro paredes ese
proceso judicial. Su expresiones de alegría que fueron vistas a nivel mundial
tenían un solo significado: el enemigo -en este caso el Gobierno, los ‘cowode’-
ha sido vencido, por lo tanto muerto, pero no físicamente sino espiritualmente.
Esa
felicidad se trasladó también a las calles del Puyo, donde está la Corte. Las
mujeres encabezaron al grupo y tomadas de las manos, recorrieron la ciudad a
paso rápido sin dejar de cantar. En la primera línea estuvo Nemonte Nenquimo,
coordinadora del Consejo de Coordinación de la Nacionalidad Waorani de Pastaza
(Conconawep), que con un megáfono fuera de la Corte dijo: “Hemos estado aquí
presente exigiendo al Gobierno que respete nuestro derecho a la vida, y así que
hemos triunfado, continuaremos luchando para mantener limpio (la selva) para la
todo el mundo”.
Nemonte,
de 34 años, es de la comunidad de Nemonpare y ha sido el rostro visible de la
lucha del pueblo waorani de Pastaza. Esta defensa la ha heredado de sus
ancestros y ella está siguiendo y aprendiendo de ellos. Para ella, el petróleo
significa muerte. “Yo he visto con propios ojos aquí en el norte (de la
Amazonía) con el primer contacto con petroleras, el agua contaminado, el aire
contaminado, la tierra contaminado, hasta la cultura contaminado. Sus vidas han
cambiado, están hablando español, (toman) mucho alcohol, mucha enfermedad”.
Asegura
que eso lo ha visto en su nacionalidad que está en la provincia de Orellana y
que los jóvenes ya no tienen conexión con la naturaleza, no van de cacería ni
de pesca. En cambio, tras la llegada de las petroleras, ellos solo se dedican
al fútbol y se han acostumbrado a que la compañía les la comida, como atún y
arroz, que para los wao es una alimentación “de afuera”. Nemonte no quiere
permitir esa misma historia en su territorio porque aún está sano. En otras
palabras, esa vida, es una vida triste. Por eso esa victoria judicial despertó
su júbilo.
La
lluvia -dicen las mujeres wao- también salió a festejar con el pueblo waorani.
Empapadas, a momentos paraban para danzar con las lanzas en alto. Luego se
reunieron en la sede la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la
Amazonía Ecuatoriana (Confeniae) donde hicieron una gran fiesta. Hubo, incluso,
un matrimonio y la nueva pareja ofreció chicha a los asistentes, recuerda Sara
Enqueri, unas de las dirigentes del Conconawep
La
lluvia recibió al pueblo waorani que festejó en las calles de Puyo. Foto:
Alianza Ceibo
EL DÍA DE LA
AUDIENCIA, NI EL LARGO VIAJE NI LA ESPERA DE VARIAS HORAS EN LA CORTE, CANSÓ AL
PUEBLO WAORANI QUE ESTABA EXPECTANTE A LA DECISIÓN DE LOS JUECES. “LOS WAORANIS
SÍ TENEMOS CAPACIDAD DE DEMOSTRAR QUE FUIMOS ENGAÑADOS Y MANIPULADOS”, DIJO OSWANDO
NENQUIMO, VOCERO DE RESISTENCIA WAO Y DE LA COMUNIDAD NEMUNPARE.
El
día de la lectura de la sentencia salieron 16 comunidades desde lo más profundo
de la selva. Silvana Nihua, una de las
dirigentes, caminó tres horas desde su comunidad, Kiwaro, hasta Nemon Pare y de
allí a Pitacocha donde se embarcaron en una canoa por seis horas hasta llegar
al Puyo. Solo cuando el río está crecido, ese viaje baja a cuatro horas. Ese
trayecto lo ha hecho en innumerables ocasiones durante los últimos cinco años
que se ha dedicado a defender su territorio. Las mujeres jóvenes y ancianas,
las pikenanes, estuvieron al frente de este proceso. Las pikenanes son las
máximas autoridades, son las que dan los mensajes y guían a las dirigentes más
jóvenes para que sean las intermediarias y voceras con los mestizos. En total
tres mujeres wao (Nemonte Nenquimo y las pikenanes Nihua Omanca y Huiña Omaca)
y dos hombres wao (los pikenanes Gabriel Dica Guiquita y Memo Yahuiga Ahua)
pusieron la demanda contra el Estado. Los cuatro pikenanes tienen entre 53 y 69
años.
Oswando
Nenquimo explica el significado del baile y del canto de las mujeres wao en la
sala de audiencia.
En
Kiwaro habitan 40 personas, que pertenecen a ocho familias. Como otras
comunidades wao, viven de la pesca, de la recolección de frutos y de la caza,
su medicina es natural y conservan su idioma ancestral, el Huao terero. Allí, Silvana Nihua a sus 20 años fue elegida
por la asamblea waorani porque era joven y apoyaba a su pueblo. Acompañó
siempre a Nihua Omanca, una de las demandantes, a quien la considera su madre.
Silvana perdió a su progenitora hace dos años porque enfermó de cáncer. El
origen de esa dolencia -asegura- inició cuando su madre se fue a vivir a un
campo petrolero en Orellana. Su padre había conseguido trabajo en esa compañía.
Quizá fue por la comida que consumía, dice la joven waorani. “Sé que la
explotación hace daño, nos destruye. Hemos visto cómo han sufrido otras
nacionalidades, rechazamos totalmente a las empresas petroleras”, asegura con
firmeza la líder que hoy tiene 25 años.
Silvana
Nihua cuenta el día que llegó el Gobierno a realizar la supuesta consulta
previa.
Las
mujeres wao pintan su rostro de rojo y sus coronas tienes plumas de
guayacamayo. Y el pasacuerpos está hecho con semillas de chambira, una planta
amazónica. Todos estos elementos significan belleza.
“Nuestros
ancestros luchaban matando a la gente cuando entraban a su territorio, ellos
los eliminaban. Ahora como jóvenes luchamos, pero no como hicieron nuestros
abuelos. Queremos defender nuestros territorios con papeles, que nos respeten y
que nos dejen vivir libres como hasta ahora”, afirma Silvana. “Somos de la
selva y somos mujeres luchadoras, vivimos del territorio, somos sabios, aún
mantenemos nuestro conocimiento ancestral”
A
la audiencia llegaron con pancartas alusivas a la defensa de su selva.
Los resbalones del
Estado
María
Espinosa, abogada de los waorani de Pastaza, cree que si la sentencia a favor
del pueblo Waorani va a apelación, ésta debería ser ratificada por lo
fundamentada y concreta que está. El Ministerio de Energía y Recursos No
Renovables anunció que apelará la resolución de la Corte de Pastaza. El
tribunal, encabezado por la jueza Esperanza del Pilar Araujo, aceptó el recurso
de acción de protección planteado en febrero pasado. La jueza, en la lectura de
la sentencia, concluyó que hubo vulneración al derecho a la consulta previa.
María
Espinosa, abogada de los Waoranis de Pastaza, explicó los alcances de la
sentencia en una rueda de prensa el pasado 30 de abril. Atrás están las líderes
wao.
El
Estado ecuatoriano no tuvo en cuenta estándares interculturales ni la
complejidad de generar procesos que permitan hacer una consulta adecuada con
pueblos de reciente contacto como son los waoranis, dijo la defensora. Espinosa
afirmó que no existen estructuras lingüísticas estándares para todo el pueblo
waorani y eso quedó demostrado durante el juicio cuando el intérprete tenía que
hacer un esfuerzo para lograr que los demandantes pudieran comprender lo que
estaba ocurriendo. Términos complejos como licitación y ronda petrolera están
lejos de la compresión de la vida cotidiana del mundo waorani, agregó.
“En
un mes hubo reuniones de 1 a 4 horas con metodologías que culturalmente no eran
las adecuadas y eso no puede ser considerado consulta. Nada de lo que se dijo
en el 2012 fue comprendido y menos que se quería vender su territorio. Incluso
los más jóvenes dicen que no logran entender lo que el mundo occidental intenta
imponer”, explicó la abogada.
Como
parte de su prueba, el Estado presentó dos videos en la audiencia. Pero ambos,
según Espinosa, terminaron siendo prueba a favor de los waoranis. “En un video
se intentó deslegitimar a los dirigentes, que mentían o faltaban a la verdad.
Lo intentaron con una mujer pikenane, que no tiene ninguna comprensión del
castellano y usaron un video de ella para argumentar que participó en las
reuniones. Pero cuando el traductor explicó lo que ella decía (en ese video) se
conoció que ella estaba contando que le había tomado muchas horas para llegar a
la reunión, que su canoa casi se vuelca y que ella estaba en esa reunión porque
le habían dicho que iban a dar radios para las comunidades y que ella iba por
eso”.
CON LA RESOLUCIÓN,
LAS 200.000 HECTÁREAS DEL BLOQUE 22 NO PUEDE SER CONCESIONADO, LICITADO, NI
ENTREGADO NI A PARTICULARES NI A LA EMPRESA ESTATAL, SEGÚN LA ABOGADA MARÍA
ESPINOSA.
El
segundo video es de 28 minutos donde aparece una técnica de la Secretaría de
Hidrocarburos, María Belén Ortiz. Allí ella explica a una asamblea waorani qué
es licitación, qué es ronda, qué son regalías petroleras, qué es petróleo. Todo
en 28 minutos con traducción incluida. “Esa fue una de las pruebas con que el
Estado pretendió demostrar que existía buena relación con la comunidad y que la
información había sido suficiente. Fue una de las pruebas que analizó el
tribunal y sobre la que concluye que la información no fue suficiente y que no
fue culturalmente apropiada y que en esa asamblea no se garantizó la
participación de pikenanes hombres y mujeres, para que reflexionen sobre esa información
y tomen una decisión”.
Silvana
Nihua fue testigo de esa visita: “Los delegados del Gobierno llegaron y dijeron
que reúna rápido a la gente de la comunidad. Nos reunieron en una casa comunal
que tenemos hasta ahora y nos dijeron que debíamos venir a tratar de esas cosas
que nos ofrecieron. Que de 3 a 6 meses vamos a tener esa necesidad que tenemos.
Nosotros aquí llegamos porque tiene una necesidad, nos dijeron. Preguntaron qué
queríamos, ahí la gente decía que quería motor, salud, radio, en ese tiempo no
teníamos. No nos explicaban bien, nos tomaron fotos, a las mujeres les hicieron
bailar. Como es nuestra costumbre, los recibieron brindando chicha, cantando.
En ese entonces explicaban que no iba a hacer daño, pero no qué era o qué iba a
pasar. Solo (dijeron) que va a entrar la compañía y que va a dar esas cosas.
Nos hicieron firmar, nos dijeron que era para la asistencia, pero nunca nos
dijeron que era para la consulta. Pero ahora sí sabemos qué es la consulta y
qué debían hacer. Estamos decididos a luchar hasta el último momento”.
La
sentencia dispone que la consulta vuelva a ser realizada según estándares
internacionales. Pero para una nueva consulta debe concertarse con las
comunidades la metodología, los alcances y las particularidades que debe tener
para ser efectuada con el pueblo waorani. La resolución “es favorable para
todos los pueblos de la Amazonía sur vinculados a esa inconsulta ronda
petrolera decimoprimera ocurrida en el 2012”, concluyó Espinosa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Déjenos su comentario