Hace 40 años el país
cerraba una etapa en su vida política y se abría una nueva llena de esperanzas
en el futuro de una renaciente democracia. El triunfo en la segunda vuelta del
joven candidato por CFP (Concentración de Fuerzas Populares) Jaime Roldós en
binomio con Osvaldo Hurtado dejaba atrás uno de los más largos periodos
dictatoriales de nuestra historia, casi 10 años de gobiernos autoritarios
civiles y militares. La esperanza simbolizada en el binomio era la de todo el
Ecuador.
¿Pero
cómo se llegó a esta etapa política? Ecuador pasó por un periodo de fuerte
conflictividad social, reflejado en el ascenso de la protesta estudiantil,
sindical y campesina; lo que llevó al presidente José María Velasco Ibarra (en
su quinto periodo de gobierno) a declarar la dictadura el 22 de junio de 1970.
La dictadura velasquista reprimió con mano dura el descontento social.
Velasco
promete realizar elecciones libres en dos años, en el horizonte se dibujaba la
candidatura del populista Assad Bucaram y de su partido CFP y su posible
triunfo para la Presidencia de la República.
Ante
ese supuesto peligro para las élites políticas, las Fuerzas Armadas dieron un
golpe de estado contra el viejo caudillo el 15 de febrero de 1972, cuatro meses
antes del llamado a elecciones. El 'carnavalazo' fue la jugada que sacó del
tablero tanto a Velasco y a Bucaram impidiéndole llegar al poder.
El
general Guillermo Rodríguez Lara es nombrado jefe del llamado Gobierno
Revolucionario y Nacionalista de las Fuerzas Armadas. Él establece un gobierno
de corte reformista que cuenta en sus primeros momentos con el apoyo de cierto
sector de la izquierda y del centro político, gobernando con la Constitución de
1945.
Es
el momento del llamado 'boom' del petróleo, lo que hace que la economía del
país se dinamice y el crecimiento capitalista se acelere.
Convertido
el petróleo en el primer producto de exportación, el Estado se convierte en
parte del eje de desarrollo económico con su participación en la construcción
de obras de infraestructura, en el área de vivienda y también apoyando el
sector industrial.
Para
estar acorde con esta dinámica el gobierno renegocia los contratos petroleros.
Se crea CEPE (Corporación Estatal Petrolera Ecuatoriana, actualmente
Petroecuador), Flopec (Flota Petrolera Ecuatoriana), se expide la Ley de
Hidrocárburos, se ingresa en la OPEP (Organización de Países Exportadores de
Petróleo), se da el apoyo para la creación de la Olade ( Organización
Latinoamericana de Energía) y se expide una nueva Ley de Reforma Agraria.
Pero
también se aplica la represión contra los estudiantes, el gremio de maestros y
el sector campesino, lo que conlleva a su divorcio de los sectores de izquierda
y de los intelectuales progresistas. Desgastado por sus contradicciones
internas y por el intento de golpe de Estado realizado en septiembre de 1975
por un sector militar de extrema derecha que dejó un saldo de 30 muertos y más
de 60 heridos, el general Rodríguez Lara renuncia al poder a inicios de 1976,
siendo reemplazado por el denominado Consejo Supremo de Gobierno, donde estaban
representadas las tres ramas de las Fuerzas Armadas, dirigido por el almirante
Alfredo Poveda, el general Guillermo Durán y el general de aviación, Luis
Leoro.
El
nuevo gobierno militar inmediatamente se desmarcó de la política nacionalista
de su antecesor y declaró la intención de devolver el poder a los civiles. El
gobierno del Triunvirato se caracteriza por su alto grado de represión a los sectores
sociales; en lo económico, con la finanza ecuatoriana creciendo a un récord de
10 % anual, los militares inician un procreso de endeudamiento agresivo que le
pasaría factura a los futuros gobiernos.
Para
iniciar la transición a la democracia, los militares la bautizan como Proceso
de Reestructuración Jurídica, la cual tenía tres comisiones, la que se
encargaría de elaborar la Ley de Elecciones y de Partidos Políticos, otra
realizaría reformas a la Constitución de 1945; y la tercera, la redacción de la
nueva Constitución.
Las
dos propuestas constitucionales serían puestas a consideración del pueblo ecuatoriano
en enero de 1978, ganando la propuesta de nueva Constitución. Además, en ese
mismo año se realizaría la primera vuelta electoral donde saldrían dos binomios
ganadores que representaban dos tendencias políticas diferentes: una es la del
candidato de la derecha, el socialcristiano Sixto Durán Ballén; y la otra,
definida como de Centro Izquierda, representada por el joven binomio Jaime
Roldós Aguilera y Osvaldo Hurtado.
La
segunda vuelta electoral, donde se definiría al futuro presidente del Ecuador,
se realizaría el 29 de abril de 1979, después de una dilatada y conflictiva
etapa donde se pusieron en juego diversos factores de quienes querían mantener
a los militares en el poder y los que pugnaban por conquistar la democracia
para el país. La etapa de las dictaduras militares petroleras estaba por llegar
a su fin. (I) Fuente: Diario El Universo
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