La banda de
pueblo entonó el Himno Nacional y así marcó el inicio de la ceremonia en la que
Marlon Santi recibió el bastón de mando del Movimiento Plurinacional
Pachakutik. Fue en la Casa del Arcoiris, de Quito.
En la sede del brazo político del movimiento
indígena, donde a fines de enero pasado se vivía una confrontación por las
diferencias internas, este martes 14 de junio del 2016 el ambiente fue
diferente; festivo.
Su primer ofrecimiento de Santi, tras recibir la
wipala de manos de la asambleísta Lourdes Tibán y el bastón de mando de Jorge
Herrera, presidente de la Conaie, fue reformar en un tiempo prudente el
estatuto de Pachakutik.
El movimiento indígena había criticado la reforma
impulsada por la excoordinadora nacional, Fanny Campos, y dijo sentirse
excluido de una organización política que nació de su movimiento social.
Por eso, los invitados aplaudieron la propuesta de
Santi. "Somos el origen del movimiento. Ya viene un nuevo amanecer desde
la unidad en parroquias, comunas, cantones, provincias, barrios,
estudiantes...”
El dirigente ofreció su discurso al filo de un
caracol de pétalos de rosas que se armó en el centro del auditorio de la sede
de Pachakutik. Dijo que tuvo que esperar desde su triunfo en las elecciones en
Guayaquil, el pasado 16 de abril, día del terremoto, para poder asumir el
cargo.
Por ello, entre los invitados había aún expectativa
frente a la decisión que tomará Pachakutik frente al Acuerdo Nacional por el
Cambio, que aglutina organizaciones sociales y políticas del centro hacia la
izquierda de cara a las elecciones presidenciales del 2017.
Allí estaban como invitados Nelson Erazo, del
Frente Popular, Marcelo Larrea, de Democracia Sí; Geovanny Atarihuana y Natasha
Rojas, de la Unidad Popular y el precandidato Enrique Ayala Mora, de tendencia
socialista.
Otros dos precandidatos estaban, en cambio, en la
mesa directiva: la asambleísta Lourdes Tiban y el prefecto de Zamora Chinchipe,
Salvador Quishpe. Santi anunció que en julio se difundirá el plan de Gobierno
de Pachakutik y en agosto se realizarán las elecciones internas. "No traemos
personas improvisadas. Vienen de procesos históricos del movimiento",
señaló en referencia a sus compañeros.
Cuando Tibán llegó, luego de participar en la
sesión del Pleno de la Asamblea Nacional, saludó a sus compañeros y tomó la
mano de Quishpe: "¡Qué viva mi binomio!", dijo entre risas y abrazos
y pidió sentarse junto a él.
Fijándose en ellos, Santi dijo que era hora de
"que la gente entienda que es hora de decidir entre el cambio o la
continuidad. "No tengo nada en contra de Rafico Correa (en referencia al
presidente Rafael Correa", pero sí de este Régimen. Nos han marginado por
dos a tres años", agregó.
Al final hizo una convocatoria "a la
diversidad de este Ecuador pluricultural, a la gran minga para las próximas
elecciones". Un grupo de taitas y mamas de Salcedo hizo un ritual e invocó
a la pachamama (madre tierra), al viento, a la yakumamita (agua) y al fuego
para que purificaran el lugar y a los presentes.
En el piso,
además de los pétalos de rosa, había oritos, plátanos, lenteja, piñas,
botellas, maíz, hierbas e incienso. Y desde distintas comunidades llegó la
gente con regalos para la nueva directiva.
Todos los coordinadores y vocales recibieron su
wipala. Santi recibió un pilche lleno de chicha, bebida sagrada de los
indígenas, de manos de una mujer de Imbabura que recordó que se está iniciando
la celebración del Inti Raymi, en honor al dios sol.
Tibán le regaló a la cotopaxense Cecilia Velásquez,
segunda coordinadora, un collar. "Me acabo de despojar de una de las
prendas más bonitas de mi cuello". Le pidió portarlo con honor y
sabiduría.
Otras autoridades presenciaron la ceremonia, como
los asambleístas César Umaginga y Pepe Acacho, además de alcaldes de cantones
de distintas provincias del país. Los de Cotopaxi les llevaron a Santi y a
Velázquez collares de rosas con los colores del arcoiris, símbolo del
movimiento.
El presidente de la Ecuarunari, Carlos Pérez
Guartambel, acudió a un insistente llamado para colocar las flores en el cuello
de Santi. Herrera, cabeza de la Conaie, resaltó que el movimiento indígena ha
pasado "tiempos difíciles pero ahora es el reto de buscar el Estado
pluricultural y plurinacional" y que es momento de salir adelante con las
consignas de Pachakutik.
En la cocina, varias personas preparaban el
banquete para celebrar la investidura de Santi. En la mañana llevaron un
chancho hornado y costales con papas, cebollas y otros productos para la
comida. En la Casa del Arcoiris hubo de sobra chicha y júbilo. FUENTE: DIARIO
EL COMERCIO.
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