En Canoa el
panorama es desolador. Esta parroquia rural del cantón San Vicente, en Manabí,
es una de las localidades más afectadas por el terremoto del sábado.
Un olor nauseabundo invade las calles de este
balneario turístico, que lucen abandonadas. Solo la presencia de militares,
rescatistas y bomberos es visible desde la mañana del martes.
Las viviendas y edificaciones en un 80% están en el
suelo. Además, en la calle principal se quemaron cuatro casas luego de que
explotaran dos cilindros de gas en un restaurante.
“Queremos, por favor, que nos donen agua,
alimentos, repelente y mosquiteros; estamos durmiendo en la montaña desde la
noche del sábado, allá hay muchos niños y ancianos. Además, la presencia de
insectos y hasta culebras es evidente; de vez en cuando, he tenido que bajar a
revisar las pocas pertenencias que me quedan porque algunos se aprovecharon de
la situación para saquear”, aseguró Enner Lozano.
Historias
El testimonio de Bolívar G. es dramático. Este
comerciante que llegó desde la Sierra hace varios años para invertir en Canoa,
llora desconsolado, mientras los rescatistas buscan entre los escombros de lo
que fue el hotel Royal Pacífico, los cuerpos de su esposa y de sus dos hijas.
En el parque de la localidad se amontonan los
cadáveres, para que sean identificados por sus familiares ante la presencia de
un agente Fiscal. Varios cofres mortuorios han llegado hasta este lugar donados
por la empresa privada. (JAR)
El Dato
Un derrumbe obstaculiza el paso 100 metros antes de
aproximarse desde San Vicente a Canoa; la ayuda humanitaria empezó a llegar en
helicóptero. FUENTE: DIARIO LA HORA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Déjenos su comentario