Desde la
Amazonía ecuatoriana, la comunidad Sarayaku llevará su propuesta Kawsak Sacha
(Selva Viviente) a la conferencia sobre cambio climático más importante a
escala mundial (COP21), que se realizará en París, del 30 de noviembre al 11 de
diciembre.
A finales de noviembre los dirigentes viajarán con
el propósito de discutir sobre su concepción de la vida, la naturaleza y la
cosmovisión espiritual con autoridades del mundo. “El propósito es que Selva
Viviente tenga un reconocimiento jurídico internacional en dimensiones
espirituales”, dice Félix Santi, presidente de la comunidad Sarayaku.
Uno de los principios de la comunidad es el Sumak
Kawsay, que para los habitantes de Sarayaku significa tener un aire sin
contaminación, una tierra productiva y
abundante de recursos naturales que aseguren la soberanía alimentaria. Sus tres
pilares son: Sumak Allpa (tierra sana), Sacha Runa Yachay (conocimiento del ser
amazónico) y Runa Kawsay (vida del pueblo).
La propuesta Kawsak Sacha está basada en estos conceptos. Esta busca un espacio territorial
y vital, destinado para elevar las facetas emocionales, psicológicas, físicas y
espirituales que son trascendentales para la energía, la salud y la vida de los
pueblos originarios.
A raíz de este concepto, desde el 2006, la comunidad
ha impulsado acciones y propuestas que se han difundido a escala mundial. El
fin último de estos proyectos es que su propuesta sea conocida como un nuevo
modelo de “conservación y desarrollo, que pueda servir a la humanidad y a los
gobiernos que hoy dicen combatir el calentamiento global”, dice José María
Gualinga, expresidente de la comunidad.
Entre los
proyectos más grandes se encuentra el de
Jatun Kausak Sisa Ñampi.
Se trata de reforestar el territorio Sarayaku con árboles simbólicos y
sagrados, explica Gualinga. Otro de los proyectos es la incorporación del
concepto de territorio sagrado en áreas protegidas dentro de las categorías de
la Unesco y la UICN.
Ahora se preparan para participar en eventos
paralelos a la COP21 como la Conferencia Kauwasak Sacha en la Unesco.
Los pobladores de Sarayaku aspiran llegar al espacio azul de
la COP21, donde se reúnen los gobernantes de diferentes
países.
Para ellos es una oportunidad para que el mundo
conozca que los pueblos indígenas no son del pasado y “que más bien desde tiempos inmemorables vienen
transmitiendo el mensaje de respeto a la Pacha Mama, para el bien de la
humanidad”, afirma Gualinga. FUENTE: DIARIO EL COMERCIO.