El general
en servicio pasivo Ernesto González, exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas
Armadas y excomandante general del
Ejército, dijo esta mañana en la radio Visión de Quito, que el presidente
Rafael Correa no estuvo secuestrado el 3o de septiembre de 2010. González
estuvo a cargo del operativo que sacó a Correa del hospital de la Policía ese
día.
A criterio del militar, Correa estuvo “retenido”
debido a las circunstancias de inseguridad para su salida que se vivían en los
exteriores del hospital.
González dijo al periodista Diego Oquendo que
Correa “salió del Palacio de Carondelet desoyendo las advertencias y pedidos
del Jefe de la Casa Presidencial y su edecán”, quienes le habrían pedido que no
acudiera hasta el Regimiento Quito 1, donde policías se habían agrupado para
protestar en contra de la Ley de Servicio Público.
También se mostró escéptico respecto de que ese día
se haya producido un intento de golpe de Estado, que es la tesis del gobierno.
“El servicio de Inteligencia nunca tuvo conocimiento de que se hubiera
planificado con anterioridad o en ese momento tal acción”, indicó.
Añadió que la situación de ese día de la revuelta
policial poco a poco fue tomando cuerpo, ya que 20 de los 24 comandos
provinciales de la Policía estaban sublevados. “Conforme avanzaba la jornada,
el ambiente se fue deteriorando porque la policía no obedecía a un mando y
estaba armada”. A eso sumó que varios
funcionarios del gobierno por su cuenta y riesgo trataron de solucionar el
problema. Mencionó al ahora canciller Ricardo Patiño, quien congregó a la
población para rescatar al mandatario, agravando así la situación.
El general en servicio pasivo González presentará
este jueves 15 de enero en Quito un libro titulado “Testimonio de un
comandante”, en el que narra su versión de los hechos del 30S. En la página 195
escribe que el presidente Correa dispuso que se le rescate de inmediato del
hospital de la Policía. “El presidente de la República hizo contacto telefónico
con el Ministro de Defensa, disponiéndole que se le rescate de inmediato. La
conversación fue extensa, pero daba a entender que el Presidente no comprendía
la situación que se vivía, y que insistentemente le explicaba el ministro, por
lo que le solicité que me deje hablar con él. En efecto, escuché la voz de
intranquilidad del presidente. Me manifestó que él era el presidente de la
República, que ha permanecido vejado, ultrajado y retenido por más de diez
horas; que no podía continuar en esa situación ante lo cual ordenó que se le
rescate lo más rápido posible”.
En otro párrafo, relata que el presidente de
Venezuela Hugo Chávez quiso comunicarse con él durante la jornada del 30S. “Le
manifesté a mi oficial ayudante que le comunique, con toda cortesía, que no era
necesario hablar con él, que esta situación es de carácter interno y que las
Fuerzas Armadas sabíamos como proceder”. FUENTE: LA REPÚBLICA.