FESE.- Los
estudiantes secundarios somos dignos herederos del legado de Eugenio Espejo,
Eloy Alfaro, Rosa Zárate y Juan Montalvo y ese espíritu rebelde pretende
quebrantarlo el actual Gobierno. Levantamos nuestra voz porque queremos una
mejor educación, porque no estamos de acuerdo en que se eleven las tarifas del
transporte, porque sentimos la necesidad de conquistar una auténtica democracia
y libertad.
Por esa causa son cerca de 300 los estudiantes
detenidos, pertenecientes a los colegios Montúfar, Mejía, Montalvo, Miguel de
Santiago (Quito), Teodoro Gómez de la Torre (Ibarra); pero ni con la represión
ni con las mentiras del Gobierno impedirán que nos expresemos. Ningún gobierno
ha encarcelado a tantos estudiantes en tan pocos días y ningún Ministro de
Educación se ha esforzado tanto por criminalizar a los estudiantes -tildándolos
de delincuentes- pretendiendo así ocultar la brutalidad con la que actúan los
aparatos represivos de la Policía en contra de estudiantes desarmados, para
después victimizarse.
Desde hace mucho tiempo los estudiantes
secundarios, a través de la FESE, hemos presentado propuestas para mejorar la
educación y sobre temas como la pretendida alza de pasajes. Lamentablemente,
las autoridades han tenido oídos sordos; más aún ahora que el Ministro Augusto
Espinosa, desconociendo toda norma vigente, actúa como acusador y juez en
contra de los estudiantes, sin que esa sea su función. Le recordamos al Sr.
Ministro que él no puede decidir la separación o reubicación de los estudiantes
en otros establecimientos, pues, esa función está en manos de la Junta
Distrital de Conflictos.
La FESE exige que se libere a los compañeros que
aún permanecen detenidos y que no se
reubique a ninguno de los manifestantes, que el gobierno cese en su afán
de atemorizar a los estudiantes y se siente a dialogar. Son las autoridades
gubernamentales las que han cerrado vías de diálogo no solo con los estudiantes
secundarios, sino con otros sectores sociales que tienen demandas justas que
las apoyamos.
Rechazamos la subestimación que los funcionarios
gubernamentales hacen de nuestra inteligencia y capacidad de razonamiento.
Nadie nos manipula: la falta de libertades, las dificultades económicas que
enfrentamos a diario en nuestros hogares, el deseo de poder continuar nuestros
estudios en las universidades nos convocan a protestar, y lo seguiremos
haciendo mientras sea necesario. FUENTE: ECUADOR LIBRE RED.