Por: Marco Villarruel
Nada ha cambiado desde
que algún día el país despertó con una severa advertencia del entonces
presidente Rafael Correa a los abogados que trabajaban en las diferentes dependencias
del Estado. De allí en adelante nunca más el Estado debería perder un juicio so
pena de vérselas con la furia del gobernante. Fue un disparo al aire pues el
Ecuador ha venido perdiendo juicio tras juicio.
En
el año 2008 la empresa petrolera Perenco demandó al país, en ese entonces
presidido por Rafael Correa, inicialmente por 1 420 millones de dólares. Es que
a través de un decreto Correa aumentó hasta el 99% la participación nacional en
los excedentes petroleros ya que el mundo se hallaba en un momento de altos
precios del petróleo. Para este efecto se basó en un decreto del ex presidente
Alfredo Palacio en el 2006 que elevaba al 50% los beneficios del Estado
La
medida gubernamental creó un sonado escándalo que llevó a múltiples
declaraciones imperiales norteamericanas y, especialmente de las empresas
afectadas, que habían obtenido “ingresos extraordinarios”. Perenco y la temible
empresa Burlington fueron acusadas de abandonar sus operaciones en el país y en
el 2010 se declaró la caducidad de los contratos que les permitía extraer 21
365 barriles por día.
Después
de 21 años de largas y costosísimas gestiones, el Ecuador, en boca del
Procurador Iñigo Salvador, acepta la deuda y dice que pagará 374 millones más
intereses. Desde luego hay que añadir los costosos asesoramientos legales. Y lo
tendrá que hacer en 60 días. El Centro de Mediaciones (CIADI) en el 2017 añadió
un pago de 337 millones a la empresa Burlington. Posiblemente el Ecuador reciba
una compensación por 54 millones de dólares por daños ambientales.
Aunque
pocas esperanzas nos quedan, la presidencia de Guillermo Lasso ha anunciado
acciones de repetición en contra de las autoridades y de los funcionarios que
fracasaron en la defensa de los intereses nacionales. “Cerca de 90 millones
destinó el gobierno de Rafael Correa entre los años 2007 y 2012 como parte de
las 19 demandas de las empresas en el extranjero” señala el periodista José
Hernández, y añade que todavía hay que esperar nueve demandas más. Ni la
pandemia nos salvará de pagar las deudas.
No
hay que olvidar la tremenda responsabilidad de Correa en el caso Chevron que
fue manejado con absoluta irresponsabilidad e impericia. Igual debió pagar
altas indemnizaciones a OXY (1770 millones más intereses), Globalnet, Merck
Sharp, Cooper Mesa, Zamora Gold Corporation. Posiblemente a Occidental haya que
pagar 3 370 millones, pero ya ha debido cancelar 21 millones a sus abogados
extranjeros.
Esperan
sentencia la multinacional Murphy (471 millones), Chevron II (6 millones) más
27 millones a los abogados. Desde el 2004 el Ecuador ha enfrentado 29 litigios
internacionales.
Los
latinoamericanos conocemos la voracidad y la ambición ilimitada de las grandes
empresas petroleras norteamericanas, holandesas, inglesas, y ahora chinas y
rusas, y por esa razón es indignante que Rafael Correa haya hecho tan malos negocios,
con tantas consecuencias terribles para la economía y la dignidad de los
ecuatorianos.
Como se puede ver, la investigación de los malos manejos de Correa no tiene fin, y particularmente porque se ha perdido tanto dinero en indemnizaciones y honorarios. Más que pagar estas deudas ominosas, los fondos se los requiere ahora para las vacunas, para atender a los millones de ecuatorianos en el desempleo.
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