Dicen que son víctimas
de xenofobia, tras el asesinato de una joven en Ibarra el sábado pasado.
Ciudadanos venezolanos
en Ecuador llenan formularios para abordar un vuelo con destino a Caracas.
(Daniela Moina)
La
inseguridad y xenofobia que aseguran padecer numerosos venezolanos les empujó
este martes 22 de enero a acudir a su Embajada en Ecuador, con la esperanza de
abordar uno de los vuelos que entre el miércoles y sábado trasladará a más de
medio millar de ellos a Caracas.
El
Gobierno de Nicolás Maduro ha fletado varios aviones en Quito y Guayaquil, en el
marco del plan “Vuelta a la Patria”, para facilitar el regreso de sus
nacionales, en medio del revuelo creado en Ecuador en torno al debate
migratorio a raíz de un crimen machista perpetrado el sábado pasado. Está
previsto que el miércoles salgan dos aviones de Quito y uno de Guayaquil con
230 pasajeros desde primera hora de la mañana, y que el sábado otros dos vuelos
partan desde la capital con 270 ciudadanos adicionales, según indicó a la
agencia EFE el encargado de negocios de la Embajada de Venezuela, Pedro
Sassone.
El
diplomático precisó que el plan se desarrolla desde el año pasado, pero recibió
un impulso urgente debido a la tensión generada por el brutal femicidio
ocurrido en Ibarra, protagonizado por un ciudadano venezolano con antecedentes
en su país y que se encuentra detenido. “Decidimos acelerar el proceso debido a
la situación que se presentó en el Ecuador por el desarrollo de una respuesta
de xenofobia en contra de los venezolanos. Lamentablemente es una situación
social generalizada que veníamos percibiendo”, manifestó.
Sassone
asegura que el 100 por ciento de las personas entrevistadas como parte el
procedimiento para poder ser incluidas en el plan dijeron que “fueron objeto de
xenofobia, discriminación y explotación laboral” y calificó lo sucedido en
Ibarra “una acumulación del contexto social”. De acuerdo a un estudio elaborado
por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y difundido el mes
pasado, el 98 por ciento de los venezolanos manifestó sufrir discriminación
relacionada con su nacionalidad en Ecuador.
El
femicicio ha sido un catalizador de este estado de cosas, advirtió el
diplomático, y provocado violentas agresiones contra venezolanos y sus
propiedades, especialmente en la ciudad de Ibarra, y llevado a decenas hoy a
las puertas de la Embajada.
“Desde
que llegué aquí me quiero ir”, refirió Gabriela Pinto, 26 años y oriunda del
estado de Bolívar desde donde llegó a Quito hace cuatro meses. La joven asegura
que “uno ve las noticias” y “sientes que la gente te dice: ‘estos malditos
venezolanos, que se vayan de aquí”.
Por
esa razón, Pinto hizo cola hoy desde primera hora en la legación diplomática de
la República Bolivariana para poder completar el formulario y optar al cupo de
retornados “a la patria”, hasta ahora 1.800 personas. Su compañera, Lila
Aguilera, de la Isla de Margarita, llegó a Ecuador hace casi tres años y
asegura que “la situación por la que estamos pasando ahorita los venezolanos es
muy difícil”.
“No
salimos de nuestro país por placer, sino por una necesidad”, aclara, y describe
un episodio ocurrido el domingo, cuando salió a comer con su pequeña de 4 años
y fue increpada por una mujer que le llegó a decir “malditos venezolanos, no
los queremos en nuestro país”. Censuró la nueva medida anunciada por el vicepresidente
ecuatoriano, Otto Sonnenholzner, a raíz del femicidio, de pedir a los
venezolanos antecedentes apostillados y explicó que “en Venezuela ese trámite
puede prolongarse más de 6 meses”.
De
Ibarra precisamente huyó Ever Delgado, un joven del estado de Aragua con solo
dos semanas en Ecuador y que hoy rellenaba el formulario para regresar a su
país en una sala de la Embajada. Relata los trágicos sucesos ocurridos tras el
crimen en los que una turba se tomó la justicia por su mano.
“Cuando
estaba llegando al barrio, a mi casa, unas multitudes con palos comenzaron a
gritar: ¡venezolanos, venezolanos! y lo que hice fue botar todas las
pertenencias que tenía y salir corriendo de una vez porque estaban quemando
todo, la ropa, estaban sacando a la gente de las casas, así como se ve en los
vídeos”, indicó. Delgado asegura “haber perdido todo ahí” y aconseja a sus
compatriotas quedarse en Venezuela o regresar a ella cuanto antes.
Junto
a él reposan algunos bártulos de migrantes que esperan poder abordar los
aviones de mañana, madres con hijos, una embarazada, y sobre todo mucho
cansancio y frustración. “Los peores dos meses de mi vida los he vivido acá”,
afirma Rafael Valladares, que llegó caminando hace dos meses de Yaracuy y que
ve ahora su futuro lejos de Ecuador después de que en Ibarra le lanzaran
cervezas y a un primo suyo lo arrojaran de un taxi, según narra.
Unos
250.000 venezolanos se encuentran en la actualidad en Ecuador, según la
Cancillería, gran parte corresponde a una de los mayores flujos migratorios que
afronta el continente, según advierten los organismos internacionales. Fuente: Diario El Expreso.
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