La llave
abierta de dólares que ha fluido a borbotones durante estos ocho años de
gobierno de Rafael Correa, debido a los máximos históricos en el precio
internacional del petróleo, ha comenzado a bajar su caudal y motiva previsiones
de ajustes en la economía del país este 2015. Esto, en un modelo que tiene como
protagonista al Estado y que surgió a la par de un segundo boom petrolero en
Ecuador. Una fórmula que empujó la economía a través de inversión y elevado
gasto público, que generó al mismo tiempo mayor consumo y el incremento en la
recaudación de impuestos.
La baja del precio del petróleo, dada, según
analistas, por una sobreoferta de los principales socios de la OPEP
(Organización de Países Exportadores de Petróleo), que se niegan a disminuir su
producción, empezó a sentirse en agosto pasado. Pero de manera más estrepitosa
las últimas semanas del año. Hasta el miércoles 31 de diciembre el crudo WTI
(West Texas Intermediate), que sirve de referencia para el que vende el país,
se ubicó en $ 53,27, cuando a inicios de año superaba los $ 91. El ecuatoriano
(Oriente y Napo) llegó el 22 de diciembre (último corte) a $ 48, según el
Sistema Nacional de Información; en el primer semestre estaba arriba de $ 92.
El analista económico Walter Spurrier indica
que los principales socios de la OPEP (Arabia, Emiratos Árabes, Kuwait, Catar,
Libia), a la que el país volvió en el 2007, buscan frenar el desarrollo de los
campos estadounidenses de esquisto (petróleo a partir de rocas marinas)
haciendo colapsar el precio. Y de esta forma incidir para que las compañías
quiebren o abandonen los proyectos.
En eso coincide el analista petrolero Augusto
Tandazo. Dice que en el petróleo no existe libre oferta y demanda porque se
manipulan los precios con injerencia de los grandes productores y consumidores.
Una muestra es que en el 2014 la OPEP tuvo una sobreoferta de producción de 1,8
millones de barriles diarios, lo que incidió en la caída.
Ese escenario mundial, que vuelve variable el
valor del crudo, tiene una incidencia directa en la economía ecuatoriana,
altamente dependiente del petróleo: representa entre el 53% y 57% de sus
exportaciones, los ingresos que genera equivalen al 11,5% del Producto Interno
Bruto (PIB) y, según la proforma 2015 aprobada por la Asamblea, financiará el
15% del Presupuesto General del Estado.
Pero si se considera que el dinero de las
exportaciones petroleras paga la importación de derivados ($ 5.785 millones
este año), el peso del petróleo en el financiamiento es del 32%, según un
análisis del Observatorio de la Política Fiscal (OPF).
La OPEP y dos consultoras internacionales coinciden
en que los bajos precios seguirán en el primer trimestre. Por ejemplo, la firma
Barclays Research estimó que el WTI promediará los $ 66 y la financiera Credit
Suisse, que rondará los $ 70. Luego comenzará a recuperarse.
La OPEP consideró el pasado 23 de diciembre
que esa recuperación se dará en el segundo semestre, debido a un crecimiento
más lento de la producción de crudo no convencional, y que el precio podría
rebotar a $ 80.
El Gobierno ecuatoriano fijó en $ 79,7 el
precio del barril en la proforma presupuestaria 2015. Si cae por debajo de ese
valor, coinciden los analistas, Ecuador tendrá un doble impacto: en el sector
fiscal (ingresos del presupuesto) y en el comercio exterior. En este último,
explica Jaime Carrera, secretario ejecutivo del OPF, puede implicar un
deterioro de la balanza comercial, que tras cinco años (desde el 2009) de ser
negativa encontró equilibrio en el 2014, por las restricciones a las
importaciones y el crecimiento de las exportaciones no petroleras.
Es un riesgo latente dado el peso del petróleo
en el intercambio comercial. Entre enero y octubre del 2014, según el Banco
Central, las exportaciones petroleras generaron $ 11.716 millones y un saldo
favorable de $ 6.386 millones frente a las importaciones de este tipo, una diferencia
que permitió equilibrar la balanza total (gráfico 2).
Con una llave de ingresos con menor caudal
para el 2015, el Gobierno estima ingresos en el presupuesto de $ 27.500
millones, $ 3.100 millones provenientes del petróleo. Sin embargo, si el WTI se
ubica en $ 70 como estiman las consultoras internacionales, el crudo local
caería a $ 60 por el castigo de casi $ 10 que tiene en el mercado, lo que
implicaría un impacto de $ 1.400 millones en los ingresos, sostiene Fausto
Ortiz, exministro de Finanzas de este Gobierno.
Esto, tomando de referencia los números del
presidente Correa, que en noviembre pasado dijo que el país dejaría de recibir
$ 70 millones por cada dólar menos de lo calculado en el precio del barril.
Analistas locales estiman que la disminución puede llegar a $ 90 millones.
“(Con) estos $ 1.400 millones menos, el
Gobierno o consigue financiamiento y sigue gastando o simplemente deja de
gastar”, dice Ortiz.
Pero el presupuesto registra, además, un
déficit (ingresos menos gastos) de $ 5.369 millones, una situación que comenzó
a aumentar desde el 2011 (en el 2012 eran $ 1.256 millones) con un precio del
petróleo estable. Al déficit del 2015 se suman la amortización de deuda y la
preventa petrolera a China: una necesidad de financiamiento de unos $ 8.900
millones a $ 10.000 millones, advierten analistas.
El Gobierno ha dicho que el déficit está
“debidamente financiado” (con deuda), pero si cae el ingreso y no se quiere
recortar inversión, explica Ortiz, se deberá ir a buscar recursos para un
déficit mayor. En este caso, Spurrier suma otro factor: los bonos emitidos por
Ecuador han caído el 25% en el mercado.
En estos años, con la llave abierta de los
dólares del petróleo el régimen ha construido carreteras, infraestructura
hospitalaria y escuelas. Por eso, para Correa el camino será reducir el
programa de inversión.
Spurrier explica que esa medida también
impacta en la economía, porque el modelo ecuatoriano gira en torno al gasto
público (pasó del 33% del PIB en el 2009 al 43% en el 2014, según el OPF), con
poco incentivo privado. Si se invierte menos, no se empuja la economía y se
reducen el consumo y los tributos.
En el 2006, el 80% de la inversión era
privada. Hoy es del 47% frente al 53% de la pública (gráfico 4). “Quizás la
caída de $ 20 signifique una caída de la inversión pública del 20% en el sector
que ahora es más importante para la economía”, dice Ortiz.
A este factor hay que agregar la apreciación
del dólar, que les resta competitividad a las exportaciones. Carrera ve un
efecto en las no petroleras por la devaluación en otros países. El Gobierno
busca cubrirse al imponer aranceles a los productos de Colombia y Perú en el
mismo porcentaje de su devaluación.
El analista petrolero Luis Calero explica que
la apreciación del dólar tiene una relación inversamente proporcional a los
precios del petróleo y que eso ha influido en el mercado. “Los inversionistas
migran a otro tipo de derivados financieros cuando se aprecia el dólar y
abandonan los commodities (materias primas), entre ellos, el petróleo...”.
La producción petrolera del país compensará
poco la caída del precio, creen los especialistas. Tandazo ve otro problema:
los contratos petroleros de prestación de servicios y de recuperación mejorada
con compañías privadas o extranjeras, en los que –refiere– se pagan tarifas
fijas promedio de $ 36.
Él cree que es necesario renegociar con las
petroleras. Esta semana Correa visitará China, el mayor prestamista externo del
país, que a cambio exige producción petrolera en garantía.
Esta caída en el precio es comparada con la
crisis mundial del 2008 y 2009, salvo una diferencia: entonces, cuando la llave
empezó a gotear, Ecuador contaba con fondos petroleros (unos $ 6.000 millones).
El Gobierno decidió utilizarlos, según dijo, para inversión. (I)
LO DIJO
CORREA
‘‘Hoy muchos exigen –sin ninguna solvencia
moral– que no se explote el petróleo de la Amazonía. Pero eso implica un costo
inmenso por los ingresos no recibidos... Debemos hacer uso del extractivismo
para salir de él...”.
24/10/14.
‘‘Es mentira que por eso (ingresos petroleros)
hace-mos las carreteras, hospitales, unidades educativas, sino por una acertada
rene-gociación de la deu-da, recaudación de impuestos y rene-gociación de
contra-tos petroleros. Esto demuestra cómo Ecuador deja la dependencia
petrolera”.
8/ 11/14.
‘‘Hemos aprovechado bien el elevado precio del
petróleo (...), hemos aprovechado hasta el último centavo del boom petrolero;
¿y ahora qué haremos?, reducir el programa de inversiones...”.
7/11/14. FUENTE: EL
UNIVERSO.