LA TIERRA PARA QUIEN LA TRABAJA Y LA HABITA
Por: Tierra y Libertad
En
el Ecuador existe un grave conflicto con la tenencia de la tierra, un altísimo
porcentaje de los conflictos sociales que experimenta el país se relacionan con
esta problemática. La misma se origina en primer lugar en la estructura
semifeudal de la sociedad ecuatoriana, característica que ha determinado
procesos de concentración y reconcentración de la tierra, que se han sucedido a
lo largo de la historia ecuatoriana, y que al mantenerse la base de producción
y renta basada en la gran propiedad es un proceso que sigue determinando los
intereses de apropiación de las clases dominantes.
En segundo lugar, la reforma agraria,
desarrollada durante los regímenes militares, no fue un proceso que nació de un
proceso revolucionario, sino de las necesidades de acumulación y explotación de
la fuerza de trabajo derivadas de la acumulación originaria que generó el
“boom” petrolero. Es por eso por lo que, dicha reforma, jamás resolvió los
problemas estructurales, no resolvió los conflictos entre comunidades, y menos
garantizó el acceso a la tierra de los campesinos.
En tercer lugar, el IERAC y
posteriormente el INDA, fueron estructuras mafiosas y corruptas que jamás
respondieron a los intereses y necesidades de los campesinos, pero tampoco a
las necesidades de acumulación capitalistas, sino a la corrupción, la
estulticia y el reparto de la tierra entre traficantes de estas,
lumpenburgueses y los mismos funcionarios corruptos que se enriquecieron, como
ejemplo de esto, el día que el INDA cerró sus actividades se hicieron 1700
adjudicaciones a nombre de “familiares” y “amigos” de funcionarios de IERAC.
En cuarto lugar, a los gobiernos no les
ha interesado resolver el problema de la tenencia de la tierra, y su acción ha
consistido en defender a los burgueses traficantes de tierra, en apoyar a la
justicia corrupta que se encuentra detrás de estos, y en intentar desalojar a
los moradores y campesinos de sus tierras, bajo figuras legales infamantes como
la de acusarlos de traficantes de tierra, cuando los reales traficantes son los
jueces, fiscales, alcaldes, prefectos y burgueses en general.
Los conflictos de tenencia de tierra son
álgidos y permanentes, solo en los últimos meses a la redacción de la
plataforma, hemos visto que los mismos se han sucedido en San Eloy, Montecristi,
en la provincia de Manabí, en las comunas del Cerro Montecristi en el mismo
Manabí, en la Comuna de San Isidro en la provincia de Cotopaxi, la Hacienda Te
Zulay en Pastaza y en Monte Sinaí en la provincia del Guayas.
Frente a esto nosotros levantamos la
presente plataforma de lucha:
1. La tierra para quien la trabaja y la
habita, el Estado ecuatoriano tiene la obligación de legalizar la tierra para
los campesinos que la trabajan y para las personas que la habitan, tengan o no
escrituras, se encuentren en las mismas por tradición, herencia, posesión o
algún tipo de figura de compra.
2. Desconocer como propietario de la
tierra a cualquier persona que no habite, ni la trabaje y se declare dueño de
estas, tenga o no escrituras. Las tierras deben ser ocupadas por personas que
necesitan vivienda o comunidades que pueden trabajarlas.
3. Los gobiernos locales tienen la
obligación de dotar a estas poblaciones de todos los servicios básicos,
regularizar los predios, establecer tasas impositivas y generar condiciones
dignas de vida para los mismos.
Los gobiernos locales tienen la
obligación de construir casas comunales, parques recreacionales, centros de
atención médica, escuelas, y centros infantiles para garantizar el desarrollo y
la vida de los moradores de estas zonas.
4.Sancionar a todos los jueces,
fiscales, alcaldes, prefectos y funcionarios que de manera corrupta apoyaron a
los burgueses traficantes de tierra para sancionar e intimidar a los moradores
de las zonas en disputa, acusándolos de traficantes de tierra y demás crímenes
para expulsarlos de sus casas y tierras.
¡La tierra para quien la habita y la
trabaja!
¡Tierra y Libertad!
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