El número de familias
afectadas por las intensas lluvias del sábado y ayer crece drásticamente, dijo
Susana Dueñas, titular de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR), al llegar
a Santa Ana, el cantón más afectado (el 50% de familias de toda la provincia),
el fin de semana, por los estragos del temporal.
Dueñas
llegó ayer a entregar alimentos. La cifra de familias afectadas suma 3.000. La
funcionaria contó que hay otros sectores que están sufriendo las consecuencias
por los desbordamientos de ríos como el Portoviejo y Chico, que han sido
alimentados por quebradas y esteros que surgieron de las lluvias. Aquello hizo
que se salieran de su cauce, inundando casas, vías, barrios y sembríos.
Ayer
en Rocafuerte se alistaban dos albergues temporales para ubicar a unas 80
familias. El cauce del río Portoviejo ya afectaba a Santa Ana, Portoviejo,
Rocafuerte y Sucre. Otros cantones sitiados por las lluvias eran Manta,
Montecristi, Tosagua, Chone, San Vicente, Bolívar y Jipijapa.
Según
Dueñas, no hay vías cerradas al tráfico vehicular en Manabí, pero sí dificultad
para circular en zonas como la ruta Rocafuerte-Tosagua, donde el agua
atravesaba la vía.
En
Santa Ana se confirmó ayer la muerte de un hombre, quien se cree que fue
arrastrado por la fuerza de un afluente, a la altura de la comunidad Las
Tachuelas, vecina con el cantón Balzar (Guayas).
“Fue
encontrado atrapado en una alambrada, según me acaban de confirmar (ayer). Hace
15 días tuvimos otro fallecido (por crecida de río), ya son dos víctimas en
Santa Ana”, dijo Fernando Cedeño, alcalde de este cantón, quien anunció que
unas 15 familias fueron ubicadas en albergues temporales.
El
comercio en esta ciudad fue parcial, ya que las aguas no bajaban. Ramón
Hernández evacuaba sacos de arroz, arrocillo y maíz, que pudo salvar tras la
inundación de su local comercial, en la calle Bolívar. Él aún no cuantifica las
pérdidas que le provocó la crecida del río Portoviejo, que ayer generaba
problemas en la zona rural.
Las
últimas lluvias provocaron varios deslaves que dejaron incomunicadas a decenas
de familias de las comunidades Pisloy Afuera, Pisloy de en Medio, Pisloy
Adentro y La Palmita.
El
deslizamiento y aparición de quebradas destruyó viviendas, la escuela y redes
de tendido eléctrico, contó Rafael Baque. Su casa, dijo, quedó cercada por la
tierra que se deslizó.
“La
gente no tiene agua ni comida (...) hay una familia aislada de cinco personas,
dos de ellas adultas mayores”, sostuvo.
Ayer
en Pisloy, parroquia Picoazá, Portoviejo, decenas de familias evacuaron, tras
la inundación de sus casas, la noche del sábado. Celinda Morrillo dijo que
amaneció en la vereda cuidando los pocos enseres que salvó de su casa. A ella,
el terremoto del año pasado le tumbó su inmueble, el cual habría levantado por
su cuenta.
Hasta
ayer, el Municipio de Portoviejo notificó que 22 familias habían sido evacuadas
de sus hogares, por las inundaciones que sufrieron 14 sectores de este cantón.
Solo en la parroquia Colón, unas 240 familias fueron afectadas. (I) FUENTE:
DIARIO EL UNIVERSO.
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