La
declaración final de la Conferencia
Mundial sobre pueblos indígenas, celebrado del 23 al 26 de septiembre de
2014, en New York. Fue una ratificación de la Declaración de los Derechos de
los pueblos indígenas. Los mismos que durante
7 años del gobierno de Correa han sido violados, en lo que se refiere a
la “consulta previa e informada antes de
adoptar y aplicar medidas
administrativas o legislativas sobre las
situaciones que afectan directamente a las comunidades indígenas”, tales son
los casos de la adjudicación de grandes
extensiones de territorio a las transnacionales mineras, madereras y
petroleras; la desaparición del Sistema de Educación Intercultural Bilingüe y
sus instituciones, la desaparición de CODENPE, etc… En este sentido la
Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas
son solo cartas de buenas intenciones; algo así como un deber moral pero no son vinculantes por lo que los
estados han hecho caso omiso.
El documento de la Conferencia Mundial
compromete algunos aspectos como el
asegurar la igualdad de acceso a la educación y a la salud; intensificar
esfuerzos para prevenir y eliminar la discriminación, así como el
empoderamiento de las mujeres indígenas, el empoderamiento y desarrollo de
capacidades de los jóvenes, (No 15).
Existe un compromiso de los representantes de los
estados miembros, a “adoptar, en
consulta y cooperación con los pueblos indígenas, medidas apropiadas a nivel
nacional. Incluidas medidas legislativas y de política, para alcanzar los fines
de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y promover que se
conozca entre todos los sectores de la
sociedad, incluidos los integrantes de los órganos legislativos, el poder
judicial y la administración pública” (Declaración 7). Serán capaces los
asambleístas de Alianza País conocer estos
derechos, que lo han venido violando constantemente?
En cuanto a los avances de la conferencia mundial
se: reconocen a las instituciones de justicia de los pueblos indígenas que
contribuyen de manera positiva a dar
acceso a la justica y para resolver las controversias fomentan las relaciones armoniosas en el seno
de las comunidades indígenas y en la sociedad (No 16); y a los conocimientos y
estrategias para conservar su entorno “Confirmamos que los conocimientos y
estrategias de los pueblos indígenas para conservar su entorno han de
respetarse y tenerse en cuenta cuando definamos los enfoques nacionales e
internacionales para mitigar el cambio climático”.
El documento hace relación también a la intención
de tener presente los derechos de los pueblos indígenas en todo el sistema de
Naciones Unidas, y a incrementar la participación de los pueblos y
organizaciones en el mismo. Además menciona el compromiso de tener en cuenta
los derechos de los pueblos indígenas en la agenda de Desarrollo post 2015;
tema en el cual venía insistiendo
Victoria Tauli- Corpus, relatora especial de las Naciones Unidas sobre derechos
de pueblos indígenas. Todos estos aspectos son logros importantes.
En cuanto al
derecho de los pueblos indígenas a la educación bilingüe, el numeral 11
ratifica el compromiso de: “asegurar la
igualdad de acceso a una educación de alta calidad que reconozca la diversidad
de la cultura de los pueblos indígenas y a la salud […] Nos proponemos
empoderar a los pueblos indígenas para que lleven adelante esos programas”.
No obstante el numeral 23 del documento señala “Nos
proponemos trabajar con los pueblos indígenas sobre proyectos de desarrollo relacionado con actividades
de extracción minera”, cuando
hubiese sido importante que la
ONU enfatice diciendo “nos comprometemos”.
Esto quiere decir que las Naciones Unidas no se comprometen a nada
que afecte a los grandes proyectos de
las transnacionales., por tanto los gobiernos continuarán dando prioridades a
las mineras y similares sobre derechos de
los pueblos indígenas.
Concluyendo, los
pueblos indígenas, tenemos tres instrumentos internacionales para
ejercer nuestros derechos: el Convenio 169 de la Organización Internacional del
Trabajo (que sí es vinculante), la Declaración de Naciones Unidas sobre los
derechos de los pueblos indígenas y, ahora, el Documento final de la reunión
plenaria de alto nivel de la Asamblea General conocida como Conferencia Mundial
sobre los Pueblos Indígenas. Esperamos que los gobiernos lo cumplan y no se
continúe violando nuestros derechos.
Nuestro país, es muy diverso en riqueza cultural;
existen 14 pueblos y nacionalidades con
igual número de lenguas y que, representa, el 7% de la población total. Sin
embargo esta riqueza cultural que nos caracteriza contrasta con la pérdida de
identidad cultural y lingüística, con la pérdida de tierras y territorios
ancestrales, con la pobreza y las
condiciones sociales en que viven los pueblos indígenas.
La desigualdad, injusticia y discriminación contra
los pueblos indígenas aún es una realidad lacerante, por lo que hacemos un
llamado a las instituciones públicas, a los funcionarios del gobierno y a la
sociedad a erradicar estas prácticas y fortalecer la cooperación internacional
con acciones concretas al interior de
cada país.
Hoy el estado ecuatoriano, teóricamente, cuenta con
una política transversal enfocada en el
buen vivir, no obstante no existe una política agraria de redistribución de
tierras, el mejoramiento de la calidad de vida y las oportunidades para los pueblos indígenas no
ha cambiado; las políticas del régimen de Correa han afectado seriamente a los
pueblos indígenas y sus organizaciones.
Es importante resaltar que para Ecuador, América
Latina y el Caribe “la cuestión indígena está en las raíces de nuestras
identidades y nuestras circunstancias históricas, sociales y políticas”.
Así queda manifestado que las cuestiones indígenas
deben ser parte indispensable en el direccionamiento de la política y en la
economía, ya que los pueblos indígenas
representamos la historia que da sentido a las sociedades, valores y
costumbres. Las comunidades indígenas
somos testigos vivientes de la historia. Estuvimos en el pasado y
estaremos en el futuro.
Nos queda romper el silencio, hermanos y
hermanas, con las piernas bien firmes en
la tierra que nos vio nacer, con la cabeza erguida, la mente fría y nuestro
corazón con sangre roja hirviente, rebeldes como siempre continuar en la lucha
hasta cumplir los legítimos anhelos de justicia social e histórica de una
verdadera transformación social. Nuestra lucha de hoy es la misma de hace 523
años que abanderó Micaela Bastidas, Bartolina Sisa, Túpac Amaru, Fernando
Daquilema, Manuelita León, Dolores Cacuango, Tránsito Amaguaña y otros héroes y
heroínas.
SHUK SHUNKULLA, SHUK YUYAYLLA, SHUK MAKILLA, RUNA
KASHPAKA KANA KANCHIK.
Sisa Pacari Bacacela G.
VICEPRESIDENTA
UNE NACIONAL