El 22 de
mayo de 1981, dos días antes de su fallecimiento en un accidente de aviación en
Loja, el presidente Jaime Roldós convocó a una sesión al Consejo de Seguridad
Nacional (Cosena), para tratar dos puntos: “Permisos y contratos para
explotación minera” y “Un acuerdo estratégico nacional”.
Antes de abordar los puntos de la agenda, los
miembros del Cosena hablaron de la situación limítrofe con Perú; fue en ese
contexto que el almirante Raúl Sorroza, jefe del Comando Conjunto de las
Fuerzas Armadas, reclamó a Roldós porque, a su criterio, su política regional
de defensa a los derechos humanos estaba afectando las relaciones con países
como Chile, entonces gobernado por el dictador Augusto Pinochet.
El tenso diálogo fue recogido, por partes, en el
acta de la sesión (ver imagen destacada); e íntegramente, en archivos de audio.
Tanto el documento escrito como el CD fueron
entregados hace pocas semanas por el Ministerio de Defensa a la familia del
expresidente. También recibieron cuatro actas más de las sesiones del Cosena
del 22 de enero de 1981; del 12 de marzo de 1981 y del 26 de marzo de 1981
(cuando Roldós aún vivía); y del 12 de junio de 1981 (luego de su
fallecimiento).
El oficio que los acompaña, suscrito por Homero
Arellano, exministro coordinador de Seguridad, señala que la documentación fue
desclasificada en noviembre del 2013.
El pasado viernes, el ministro de Defensa, Fernando
Cordero, llevó la misma información a la Fiscalía General, que reabrió el caso
en agosto del 2013.
Y además presentó otros informes sobre el vuelo que
refieren, por ejemplo, que la nave accidentada hace 34 años fue adquirida sin
caja negra.
De las cinco actas, Martha Roldós, la hija mayor
del fallecido mandatario, cree que la del 22 de mayo de 1981 es la más
relevante porque confirmaría una de las hipótesis sobre el fallecimiento de su
padre: que fue un atentado tramado por las dictaduras del Cono Sur, críticas de
su política de derechos humanos con el apoyo de mandos militares ecuatorianos.
Incluso, en un reciente conversatorio sobre el
documental La muerte de Jaime Roldós, Santiago Roldós, el hijo menor del
exmandatario, expresó que la familia manejaba la teoría de que el avión fue
derribado desde tierra a través de un sabotaje a los instrumentos de
navegación, operación que habría sido ejecutada por comandos chilenos del Plan
Cóndor.
Meses atrás, el fiscal general, Galo Chiriboga,
expresó que la muerte pudo tratarse de una “ejecución extrajudicial”.
Pero los Roldós esperan que Cordero cumpla con su
oferta de entregarles más documentos desclasificados; entre ellos, informes del
paradero de las turbinas de la nave.
“Una de las piezas fundamentales en la
investigación es saber qué paso con las turbinas porque son los únicos
elementos materiales que sobrevivieron luego de que se maltrató la escena del
accidente. Con ellas, si se encuentran, se podría hacer algo...”, dice la hija
mayor.
Tras la muerte de Roldós, las turbinas fueron
enviadas a Zúrich y a Canadá para su análisis, que derivaron en informes
contradictorios: uno señaló que los motores estaban apagados al momento del
impacto; otro, que sí estaban funcionando.
Cordero aseguró el pasado viernes, que muchos
documentos sobre el avión fueron incinerados, pero no identificó a los
responsables. (I) FUENTE: DIARIO EL UNIVERSO.