Entrevista
a Floresmilo Simbaña, dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas
del Ecuador, CONAIE
por Blanca
Fernández, Melisa Argento y Adriana Rodríguez | Tomado de: http://www.marcha.org.ar
En gobiernos anteriores se dieron estrategias
concretas de cooptación de organizaciones, para desarticular y desmovilizar
también al Movimiento Indígena y su fortaleza.
¿Cómo lo
ves ahora, hay también este tipo de estrategias en este Gobierno?
Es una reacción… entendible, dentro de la
lucha política, que el Estado o los grupos gobernantes quieran desarticular o
atacar a todas las organizaciones de la izquierda popular que se les enfrentan.
Eso acá en Ecuador ha sido permanente, como en todos lados, y en el caso de la
CONAIE siempre hemos sido atacados en todos los gobiernos. Lo que a nosotros
nos llama la atención ahora es la forma en que nos atacan. Es decir, en los
gobiernos más reaccionarios nunca se puso en cuestión la casa de la CONAIE, por
decir un ejemplo. Nunca se cuestionó la razón política de las organizaciones
sociales: hoy se discute eso. En los gobiernos anteriores, igual se enjuiciaba
a los dirigentes pero las razones de enjuiciamiento eran distintas, y no solo
por la gravedad de la pena si no por la forma en cómo se tramita eso. Solo por
poner un ejemplo, cuando un dirigente era enjuiciado por daños a la propiedad
pública o privada, eso merecía un tipo de proceso judicial, que era bastante difícil
de probar y si se probaba era más fácil reducir la pena por atenuantes, pero si
te acusan de sabotaje y terrorismo eso involucra ya una ley especial que hemos
tenido en toda América Latina, relativa a la política de seguridad del Estado,
y las penas son mucho más altas. Tenemos un compañero dirigente que ahora es
asambleísta, quien está con primera sentencia a dos años de prisión, solo por
asistir a una marcha. Entonces, eso es lo que más nos llama la atención: no que
nos ataquen, sino cómo y con qué instrumentos y discursos nos persiguen. El
precedente que se siembra, eso es lo que a nosotros nos alarma.
El
gobierno ha entrado en bastantes contradicciones respecto de su discurso de
izquierda: no olvidemos que dice que su revolución es hacia el socialismo
del siglo XXI; bueno, ahora dice el socialismo del Buen Vivir. Es un modelo de
economía bastante complicado, es decir, los sectores que más han ganado en su
período de gobierno son los bancos (como nunca antes), los sectores
empresariales que han ganado son fundamentalmente los sectores comerciales,
sectores de importación, eso incluso pone en contradicción su propia idea de
que está estimulando el comercio interno, el empresariado nacional; sin
embargo, el que más se beneficia es el sector importador-comercial. Otro sector
que se potencia y crece terriblemente es el sector de los agronegocios y de
comercio de alimentos.
El
gobierno tiene los índices de que ha disminuido la pobreza en el campo, y eso
es cierto, pero esos índices se deben a que uno de los indicadores es el acceso
a los servicios: cómo el gobierno ha hecho bastante inversión
en educación, obra pública y salud. Nosotros no criticamos esa inversión
(independientemente del modelo). Si medimos la pobreza por el acceso a
servicios, disminuye; pero la economía real de las comunidades
campesinas-indígenas no ha crecido, lo que ha crecido es el sector empresarial
de alimentos. Por ejemplo, hay una sola
empresa que controla el 74% de la carne que comemos los ecuatorianos. Entonces,
el gobierno no puede sostener su discurso, empieza a haber fisuras acerca del
discurso socialista y revolucionario. Estamos ya a las puertas de una elección
(el 2016 será un año preelectoral, para el 2017) y el gobierno para mostrarse
de izquierda nos lleva a un escenario en que cierra el paso a toda posibilidad
de una propuesta de izquierda social.
¿De qué
manera el gobierno cierra la posibilidad de que exista una propuesta de
izquierda social?
Le quitó la legalidad a un partido de
izquierda, el Movimiento Popular Democrático, MPD. Nos quitan a nosotros el
presupuesto, a PK (nos dejan sin fondos), y ahora están atacando directamente a
la CONAIE. Pero cualquier acción de los sectores de derecha está permitiéndose.
Es decir, ¿a qué nos está embarcando el gobierno? a un escenario electoral en
que sean él contra Guillermo Lasso o Mauricio Rodas (el alcalde de Quito,
representante de la nueva derecha). Se está promoviendo que los ecuatorianos
nos veamos avocados a votar por Correa o por uno de estos dos y quitar toda
posibilidad a una propuesta desde la izquierda. De esta manera, el gobierno
seguiría quedando con una imagen de izquierda.
Para
finalizar, y ya que introduce el tema electoral ante las puertas de una posible
reelección ¿qué postura tiene la CONAIE frente a las enmiendas
constitucionales?
Son 17 temas, que incluyen varios artículos.
Nuestra posición en lo fundamental es que se consulte vía democrática, ya que
el gobierno ha colocado estos cambios con carácter solo de enmienda pero son
cambios estructurales. Que haya reelección entre dos períodos o relección
indefinida, eso no es una corrección sino un cambio en el sistema democrático.
Otro cambio que nos preocupa mucho es que los
militares se ocupen de la seguridad ciudadana, a la par que la policía. Nos
preocupa también, la reforma que se quiere hacer respecto de la Contraloría
General del Estado, que actualmente tiene capacidad de fiscalizar no solo el
gasto sino también el cumplimiento de los objetivos de las políticas públicas;
en cambio, la reforma dice que solo revise el gasto, ya no el cumplimiento del
objetivo de la obra pública. Eso a nosotros nos alarma bastante porque una obra
puede estar direccionada para un sector concreto, pero ahora a la contraloría
le correspondería solo verificar si se gastó bien la plata.
El
gobierno siempre ha tenido una estrategia bastante maquiavélica, por así
decirlo. Como el caso del Código Laboral que quería introducir. En ese Código
propone algo bastante llamativo y novedoso: que se aseguren a las amas de casa,
pero a la par de eso también se incluye un artículo diciendo que los sindicatos
ya no tienen capacidad de negociar los contratos colectivos y se prohíben las
huelgas solidarias.
¿Cómo
analizan el bajo porcentaje de apoyo que tuvo la propuesta de la CONAIE en
articulación con los sectores de izquierda en las presidenciales de febrero de
2012?
Sí, fue una derrota muy fuerte… Una cosa que
sigue siendo nuestra debilidad, no sólo del movimiento indígena, sino de las
organizaciones populares, es no poder consolidar una propuesta electoral
nacional. Quisimos llenar ese vacío con una figura bastante respetable y
reconocida como Alberto Acosta, pero ya los resultados demostraron que no es
así, y eso sigue siendo una limitación. En ese camino estamos. Hay
contradicciones en las respuesta que estamos dando, habrás visto en estos días,
algunos sectores dentro del movimiento indígena mismo que no nos ponemos de
acuerdo. Otra de las razones es que la maquinaria del gobierno fue brutal. Solo
un dato que nos deja pensando cómo funcionó el asunto: el gobierno tiene un
canal televisivo, entre comillas es un canal público pero realmente es un canal
gubernamental. En ese canal, según el informe de cuánto espacio de tiempo
ocuparon los diferentes candidatos presidenciales, no recuerdo los datos exactos,
pero aproximadamente, Rafael Correa estuvo 1600 minutos en el aire, mientras
que el segundo candidato que más ocupó tenía 600 minutos y ¿adivina quién era?
Rodas. Y Alberto Acosta estaba muy abajo, tuvo apenas 160 minutos. FUENTE: ECUADORLIBRERED.