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CUIDADO. Las defensas deben estar revitalizadas,
sobre todo en épocas en las que los virus abundan.
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Vacunas, dieta adecuada
y la actividad física son importantes para enfrentar los virus y bacterias.
El
sistema inmunológico es la defensa natural del cuerpo contra las infecciones:
virus, bacterias, hongos. Tiene dos niveles de protección: natural y adquirido.
El
primero es el que rechaza a los agentes malignos antes de que invadan y causen
enfermedad; y el segundo es un complemento del sistema innato, porque actúa
como un ‘franco tirador’ que sabe específicamente qué micro organismo va a
hacer daño y lo ataca, explica José Sánchez, docente de microbiología de la
Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE).
Asegura
que “la inmunidad no se compra en la esquina, se la labra y se la crea cada día
con apropiados hábitos alimenticios, estilo de vida saludable y con actividad
física. Se crea por varios años para que tenga una respuesta adecuada”.
Pero
una enfermedad puede surgir cuando la inmunidad es baja o la virulencia del
patógeno es alta. Los síntomas dependerán de la patología infecciosa. Uno de
ellos es la fiebre, que, sin embargo, es la respuesta más usual y actúa como
mecanismo de resguardo para frenar el crecimiento de las bacterias y, al mismo
tiempo, las destruye.
Refuerzo
Sánchez
menciona que el sistema inmunológico pasa por fases a través del crecimiento de
las personas. En los niños muy pequeños, el cuerpo se vale del timo, órgano que
genera y madura las células protectoras, para que aprendan a reconocer entre lo
extraño y lo propio.
En
edades más grandes, la aplicación de las vacunas es importante, porque enseñan
al sistema inmunológico a saber qué organismos tiene que destruir. Es por eso
que si un infante tiene todos los antídotos, cuando sea adulto su cuerpo sabrá
defenderse de manera adecuada y efectiva de una entidad.
En
la tercera edad, las defensas pierden fuerza y no reaccionan rápidamente, lo
que hace a este grupo poblacional proclive a infecciones, cáncer, patologías
autoinmunes, entre otras, dice el experto.
Una
persona que ha recibido las vacunas necesarias tiene en su cuerpo anticuerpos
que reaccionan, reconocen y atacan inmediatamente a los virus o bacterias que
hicieron presencia en ocasiones anteriores. Los atacan de manera directa,
asegura el galeno.
En
cuanto a la vitamina C y las megadosis inyectables, Sánchez asegura que no
aporta mucho. Se trata de una vitamina hidrosoluble, que si no es requerida por
el cuerpo, es eliminada por la orina.
Alimentación adecuada
Aumentar
la ingesta de frutas, por lo menos tres o cuatro unidades al día, sobre todo
las que aportan vitamina C y antioxidantes; así como verduras y vegetales de
todos los colores: rojos, verdes, amarillos, en almuerzo y cena, contribuye a
mantener defensas fortalecidas, expresa la nutricionista Gabriela Suárez,
docente de la Pontificia Universidad Católica (PUCE).
La
especialista sugiere realizar mezclas coloridas de legumbres y vegetales. Todo
lo que es “bien verde” no debe faltar.
Hay
que poner énfasis en la dieta de los niños y los adultos mayores. Estos grupos,
que son los más vulnerables, tienen que, antes del almuerzo, consumir por lo
menos dos frutas y en el día una buena porción de vegetales.
Recomienda,
para el caso de los adultos mayores que no puedan masticar bien, cocinar
ligeramente la fruta, a baño de María, para ablandarla sin que pierda sus
vitaminas.
En
cuanto a las carnes, Suárez aduce que no aportan al sistema inmunológico, pero
sí proteína indispensable para completar un sistema nutricional adecuado.
En
lugar de las carnes rojas, se puede incrementar la ingesta de granos cocidos,
en sopas o cremas, que también dan energía. (CM)
Vacunas
infantiles
BCG
(tuberculosis); HB (hepatitis), Rotavirus, fIPV y bOPV (polio), Pentavalente
(difteria, tosferina, tétanos, poliomielitis), Neumococo (infecciones graves),
Influenza, DTP (difteria, tétanos, tos ferina).
Tercera edad:
Influencia
y neumococo.
La
guayaba es la fruta con más alto contenido de vitamina C. El kiwi, la naranja,
la mandarina y la frutilla también tienen su aporte.
Los
pimientos rojos y verdes, la col rizada, el brócoli, la calabaza, la coliflor,
la espinaca y las verduras de hoja verde son ricos en vitamina C.
El
mortiño y los arándanos contribuyen a fortalecer el sistema inmunológico. Se
habla de ellas como una inmunoterapia.
Tomar
más de dos litros de agua pura o saborizada con trozos de naranja, mandarina,
limón.
No
tomar jugos, porque en el proceso se destruye las vitaminas. Fuente: diario la
hora.
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