Una de las razones sería que hay más transparencia al detallar la causa de
la muerte, tomando en cuenta la prueba PCR positivo.
Un nuevo récord se reportó en el
seguimiento de los fallecidos por COVID-19 en Guayaquil: el pasado viernes fue
el día en que se inhumaron 39 personas confirmadas con el virus por PCR,
detalló el matemático Juan José Illingworth, que día a día contabiliza las
cifras de inhumaciones que se reportan en los cuatro grupos de cementerios de
la urbe.
Illinghworth explicó que el pasado
jueves 1 de abril se reportaron 86 inhumaciones en Guayaquil, es decir, 48 por
encima de lo normal, de las cuales 26 se reportaron por COVID-19. Pero este
pasado viernes fueron en total 83 entierros en Guayaquil, o sea, 45 por encima
de lo normal.
“El día viernes se entierran a 83 pero
39 confirmados con COVID-19, se reporta un récord histórico, probablemente sea
la mayor cantidad de fallecidos con PCR positivo porque al inicio de la
pandemia, cuando se morían a razón de 400-500 personas a diario, no tenían
prueba PCR”, indicó, y explicó que para él la principal razón sería que ahora
se está registrando de forma más honesta la causa de muerte.
Según denuncias que llegaron a este
Diario, familias pagaban a funerarias u otros funcionarios para que a su
fallecido no se lo registrara como COVID-19, para poder realizar el velorio sin
tantos problemas. Sin embargo, esto fue denunciado en varias ocasiones al
Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal, por lo que se han aumentado
controles y hecho sugerencias a quienes son parte del proceso luego de que
fallece una persona a causa del COVID-19.
“Antes de morir, el fallecido por
COVID-19 tuvo contacto con familiares; entonces, en los sepelios, los llantos,
los abrazos, los besos son un foco de infección, definitivamente. Es por eso
que hubo varias sugerencias en el COE cantonal y hubo un efecto disuasivo, por
lo que ahora sí se los registra como COVID-19 y esto se ve reflejado en la
cifra”, añadió Illingworth.
Personal que trabaja en el gremio de
las funerarias indicó que personas han incursionado en este negocio y ofrecen
las velaciones a las familias que perdieron a un ser querido por el virus. “Las
personas por conseguir un servicio un poco más barato aceptan, pero los
informales no están viendo si se cumplen los controles de bioseguridad,
permiten los velorios pese a que haya tenido COVID-19 confirmado o alta
sospecha”, alertó uno de ellos, que prefirió no identificarse.
En exteriores de hospitales la situación
sigue compleja, familias que llegan con más de un enfermo en situación
compleja.
“Es muy angustiante esta situación,
aunque ya tenemos un año entre muertes y el estrés de la pandemia, ahora
aumentan los casos y fallecidos. Esto sirve para recordarnos que el COVID-19
sigue fuerte y no podemos bajar la guardia; hay que redoblar el uso de las tres
reglas fundamentales: usar máscara, lavarse las manos y guardar la distancia.
No acercase a los adultos mayores, no confiarse para nada”, explicó Samantha
Mena, quien tiene dos familiares en el hospital Bicentenario y en el Teodoro
Maldonado por sospecha del virus.
Médicos indicaron que la lista de
espera es de más de 82 pacientes graves solo en los hospitales del Instituto
Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y más de 15 pacientes en espera en las
clínicas privadas. “Es decir aquí en Guayaquil hay más de 100 pacientes que
están esperando una cama UCI, ahora con esta movilización de las elecciones
esta cifra sin duda puede aumentar”, explicó el epidemiólogo Carlos Farhat,
coordinador de Salud del Municipio de Guayaquil.
El doctor acotó que al momento hay 150
pacientes confirmado por día, tanto de PCR como antígeno entre datos del MSP y
Municipio. “Hay muchos contagiados por eso ahora hay que cuidarse mucho más, no
bajar la guardia”, explicó.
Pacientes graves en casa
En exteriores de distribuidores de
oxígenos, familiares lamentaron lo complejo de tratar a un paciente grave en
casa. Marcia, moradora de la Floresta que acudió a recargar un tanque de
oxígeno, explicó que debido a la falta de camas optaron por tratar a su esposo
de 59 años, en casa, sin embargo encontrar los insumos y medicamentos ha sido
complejo.
“Hemos tenido que prestarle hasta el
vecino el tanque de oxígeno adicional que tenía para su papá que también está
enfermo, ya nosotros le devolvemos pero es esa angustia que uno llama a los
números y no contestan en esas distribuidoras, será por las elecciones pero fue
muy duro conseguir”, lamentó ella.
Al igual que ella, decenas de personas
en redes sociales hacen eco de las circunstancias que se viven en varias casas
de la urbe al intentar salvarle la vida a pacientes COVID-19 en este nuevo
repunte de casos que se vive en Guayaquil. (I) Fuente: El Universo.
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